Brasil goleó a Bolivia, con un Neymar imperial y la necesidad de expulsar los fantasmas de Qatar

Brasil goleó y gustó. Se impuso por 5-1 a Bolivia, con un Neymar imperial. Así cerró la primera fecha de las eliminatorias para el Mundial 2026, frente al débil conjunto dirigido por Gustavo Costas. El partido se desarrolló en el estadio Mangueirão, ubicado en la ciudad brasileña de Belem. No debería preocuparse demasiado la Argentina: Bolivia, su rival del próximo martes en la altura, tiene muy poco.

No brilló Brasil en el comienzo, a pesar de contar con varios de sus mejores intérpretes, como Neymar, Rodrygo y Raphina; estaba lesionado Vinícius, su ancho de espadas. El número 10 desperdició un penal (un remate dócil, a las manos de Guillermo Viscarra), pero su equipo abrió el marcador con un puntazo de Rodrygo. Las diferencias fueron enormes, pero le costó al gigante pisar con autoridad el área ajena, un mal que viene persiguiéndolo en los últimos largos tiempos. Hasta que cambió todo en la segunda mitad.

Un 4-2-3-1, con un DT nuevo, luego del fracaso en Qatar. Y con una presión extra: el Mundial conquistado por la Argentina de Messi juega en cada uno de sus pasos, en la mente. Es indudable: se nota en cada pase errado, más allá de la grandeza que expresa su historia.

Pero la Canarinha se destrabó en el segundo tiempo, con un zurdazo de Raphina, cruzado, letal. Y se armó el festival, con otro gol de Rodrygo, en una jugada prologada por el mejor Neymar, tan ausente en los últimos meses... Y el 10 de la nostalgia consiguió el 4-0, luego de una jugada de maravilla.

Descontó el ingresado Víctor Abrego, con un bombazo casi a un ángulo. Y lo resolvió Neymar, en el final, con otra clase de su repertorio, más cierta complicidad del arquero.

El Scratch finalizó la eliminatoria para Qatar 2022 en la primera posición con 45 unidades, escoltado por Argentina, con 39. Tiene de forma interina en el banco a Fernando Diniz, actual director técnico de Fluminense. Una suerte de doble agente, ya que estará en el cargo hasta la Copa América de 2024, cuando la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) oficialice la llegada de Carlo Ancelotti, una vez que el italiano finalice su contrato con Real Madrid.

Ancelotti, de 64 años, sucederá a Tite, que manejó los hilos del equipo desde fuera en el Mundial jugado en Medio Oriente, en el que Brasil quedó injustamente eliminado por penales en los cuartos de final, frente a Croacia. Bolivia, en tanto, tiene en el banco de suplentes a un ídolo de Racing. Su misión es casi imposible: la clasificación para disputar la Copa del Mundo por cuarta vez en la historia, tras las participaciones en Uruguay 1930, Brasil 1950 y Estados Unidos 1994.

En la anterior eliminatoria la Verde terminó penúltima, con 15 unidades, cinco más que Venezuela, y con cuatro derrotas consecutivas en el tramo final. Mantiene a su máxima figura, el delantero Marcelo Moreno Martins, el máximo artillero de su historia, que logró el récord de presencias, 103, una más que el defensor Ronald Raldes.

El seleccionador brasileño, Diniz, acepta el extraño, breve e intenso desafío. “Estamos conociéndonos más y adaptándonos a lo que hacían. Los jugadores estuvieron seis años con Tite, que hizo un trabajo digno de todos los elogios. No ganó la Copa del Mundo, pero hizo un trabajo excelente”, contó recientemente. Y dio un mensaje: “Los jugadores van a aplicar aquello con lo que se sientan cómodos. Mi exigencia será lo que permita que ellos sientan placer al jugar al fútbol”. Algo así como “los jugadores al poder”.

Diniz, de 49 años, desplegó en Fluminense un fútbol atractivo que sedujo a América del Sur y le abrió las puertas de la verde-amarela. “El fútbol que propongo nunca ha estado desvinculado de los resultados. Tengo una convicción clara de que los equipos que juegan bien tienen más chances de ganar. Fluminense es prueba de eso”, aseguró el entrenador, que considera “fuera de serie” a Neymar. El crack aún no debutó en Al-Hilal, de Arabia Saudita, al que se unió a mediados de agosto tras dejar PSG. Contra Bolivia fue el líder de la goleada.

Compacto de Brasil 5 vs. Bolivia 1

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