Con aroma de venganza, el Atlético de Simeone le dio una paliza a Real Madrid en la Copa del Rey

Sensacional. Será un clásico imposible de olvidar en los próximos días, semanas, meses. Tal vez, años. Atlético de Madrid se impuso por 4 a 2 sobre Real Madrid: lo que (casi) nunca. Diego Simeone, el creador de la obra del otro lado del mostrador, celebró como un fanático, puro salto, mezcla inequívoca entre las gradas y el campo de juego. De los hinchas hacia los jugadores. Pasó de todo: bloopers, tiros en los travesaños, golazos (uno, principalmente uno, el que cambió la historia). El fútbol regaló otra obra maestra.

Al fin: Atlético de Madrid venció al Madrid con un golazo decisivo de Antoine Griezmann, el máximo artillero histórico del Aleti, y otro de Rodrigo Riquelme, ambos en la prórroga, y así se clasificó para los cuartos de final de la Copa del Rey, tras un partido extraordinario y que le sirvió al conjunto en el que se destaca Rodrigo De Paul (Nahuel Molina entró en el último tramo) para tomarse cierta revancha ante su adversario capitalino. Aun cuando el propio Simeone había dicho que no había desquite luego de la caída por 5-3 en otro partidazo, por las semifinales de la Supercopa española, que se jugó el miércoles de la semana pasada, en Riad.

Esta vez, el duelo fue por otro certamen. Algo así como la venganza de los dioses. En su cancha, frente a su gente, el pueblo rojo y blanco se emocionó, como nunca antes. Y hasta muy tarde, bajo la lluvia y el frío. En los 120 minutos pasó de todo: Samuel Lino adelantó al Aleti; empató casi enseguida el Real con un blooper de Jan Oblak, en contra; volvió a ponerse al frente el local a través de Álvaro Morata tras un error del arquero Lunin, y Joselu, con el 2-2, mandó el derbi al suplementario, donde Griezmann agigantó su leyenda en el club colchonero –llegó a los 175 goles–, y Riquelme sentenció la historia. Previamente, en otro cruce por la Copa del Rey, Barcelona sufrió para remontar y derrotar al humilde Unionistas de Salamanca, de la tercera división, con un lapidario 3-1. “Los chicos dieron el corazón, interpretamos muy bien el partido y nos llevamos una victoria muy importante”, dijo Simeone, emocionado.

El Cholo siguió apelando a la esencia, a la mística. “Salíamos del hotel para aquí y nos encontramos algo maravilloso que te emociona y te empuja a seguir trabajando, viendo a tu gente metida aunque sea unos octavos de Copa y así es imposible no dar el corazón, interpretamos mejor el partido y fuimos mejores en el alargue. Esta victoria es mucho mas importante para la gente que para nosotros, porque son sólo unos octavos de final”, fue su análisis.

Ese es el punto: la Copa del Rey queda a un costado. La batalla, el clásico ganado, viaja en el tiempo más allá de la suerte del Aleti en la tradicional competencia.

“Los cambios nos dieron vitamina, mucho mejor que en la Supercopa, y eso genera que pasen cosas buenas. En el alargue apareció un futbolista mágico como es Griezmann. Tenemos la suerte de tenerlo y de que él quiera estar con nosotros, y hay que tratar de aprovecharlo”, siguió el DT.

“Ellos pueden hacer gol de contragolpe, de media distancia... Cuando al final del partido necesitan un delantero alto y fuerte porque necesitan el gol, entra Joselu y lo hacen, y no es suerte. Pero nosotros también competimos bien, y como competimos bien, estuvimos cerca de ganar el segundo (partido). El otro día en el alargue fueron mejores ellos y hoy en el alargue fuimos mejores nosotros”, agregó.

En su análisis del rival, el Cholo consideró: “En el fútbol no hay merecimientos, no hay revancha, eso solo son palabras. Hay un partido nuevo, una forma nueva de jugar. Creo que estos últimos tres partidos contra ellos, los tres fueron muy parecidos. Nosotros intentamos jugar de una manera, ellos seguramente son el mejor equipo del mundo”. Y soslayó la discusión que tuvo con Vinicius Jr., el delantero del conjunto merengue: “Nada que comentar, son cosas que pueden suceder dentro de un campo de juego”. Al parecer, el DT le recriminó al brasileño haberse entreverado con el público del Aleti en uno de los goles de real Madrid.

El técnico colchonero elogió el colorido y sonoro recibimiento de su afición con bengalas y cánticos. Sin embargo, en varios momentos del partido, pidió aliento. “La gente fue maravillosa, eso te emociona y te da ganas de seguir trabajando. Deja de lado los 12 años que llevamos en el club, parecía que habíamos llegado hoy. Pero en realidad son octavos de final. Ahí lo ves... y es imposible no dar el corazón”, comentó. La celebración duró hasta la madrugada madrileña. Como debe ser.

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