El "cholismo", una marca que supera el fútbol, como en el aviso del tren español
La retórica del esfuerzo es tomada como ejemplo por áreas que no saben de tácticas
MADRID.– Diego Simeone alza la voz y abre bien grandes los ojos. "¡Si no estás al ritmo de los demás te quedás! ¡Si no sentís al equipo te quedás! ¡Si no trabajás te quedás seguro!"
Los españoles ven la escena a cada rato en la tele. El técnico del Atlético de Madrid se parodia a sí mismo en la nueva campaña publicitaria de la empresa ferroviaria Renfe. Un aviso gracioso, bien actuado, en el que al final se revela que le estaba soltando esa arenga a una pobre nenita que iba en el asiento de enfrente del tren.
El cholismo ya es una marca que supera el fútbol. En cuatro años y medio de triunfos deportivos, Simeone identificó su nombre a la retórica del esfuerzo, el culto al trabajo, la fidelidad a una camiseta. Vende pasajes. Lo contratan multinacionales para que dé charlas de motivación. Los políticos españoles, en batalla con el desprestigio, le roban frases, lo mencionan como modelo de conducta.
Su impronta está estampada en el club. Hace poco hizo colocar en el túnel de acceso al Vicente Calderón imágenes de festejos y de las copas que ganó el Atlético. En la ciudad deportiva de Cerro del Espino abundan unos carteles con un corazón gigante y la frase: "La historia se escribe latido a latido".
Más que de pensar partidos trabaja de "convencer" gente, suele decir. En su lista de prioridades tiene tanto peso la preparación mental de los jugadores como la planificación táctica. A otro nivel también lo hace con la hinchada, a la que se encarga de levantar con un revoleo de los brazos cuando siente que el equipo se queda sin fuerzas.
"Diego encarna los valores de este club. Esfuerzo, humildad, resistencia. De alguna manera los pasó en limpio", lo halaga el presidente Enrique Cerezo. El Atlético le extendió a Simeone el contrato hasta 2020 y espera que él sea el técnico cuando se inaugure el estadio de 65.000 localidades que reemplazará al viejo Calderón. Las obras deberían estar listas el año que viene.
En el medio llueven los rumores sobre posibles ofertas astronómicas de la Premier League. Simeone no da pistas. Está en el tramo decisivo de la temporada. Si hay distracciones no se notan.
"Él cumple lo que les pide a los jugadores –cuenta uno de los miembros de su cuerpo técnico–. Concentración máxima y respeto a la camiseta. Acá está en juego el Atlético de Madrid, no importa si es un amistoso o la final del mundo."
Los entrenamientos son su laboratorio. Lo que pasa ahí es el reflejo de lo que ocurrirá en el campo. Quien se distrae se arriesga a quedarse afuera.
Es clave en este esquema Oscar Ortega, el preparador físico. "Tiene la capacidad de preparar a los jugadores para el fútbol que quiere Simeone", explican en el club. Los exige a un límite difícil de alcanzar. No es casual que la adaptación de los nuevos a este Atlético cueste más de la cuenta. Queda como prueba el primer día de Luciano Vietto en Cerro del Espino, extenuado y a punto de desmayarse.
Simeone es un tipo metódico. Llega todos los días a la ciudad deportiva una hora y media antes del entrenamiento. Tiene una oficina en la que suele reunirse con Germán Burgos, su principal ayudante, el hombre que diseña las jugadas.
Ven videos. En el club. En la casa. Estudian al rival, pero sobre todo a los propios. Un camarógrafo filma los entrenamientos. Otro colaborador prepara resúmenes detallados de los partidos del Atlético.
Con los jugadores es cercano, pero estricto. El equipo se concentra siempre antes de los partidos, algo que no es la regla en Europa. Su extensión en la cancha es el portugués Tiago, al que perdió hace cuatro meses por una lesión de ligamentos.
Le interesa mucho lo que se dice de él en los medios –una señal es que tiene un encargado de prensa en su cuerpo técnico–. Lee, escucha radio, mira televisión. No le escapa a la tendencia futbolera a imaginar conspiraciones.
El tamaño de su obra se mide en dinero. El Atlético no tenía siquiera sponsor en la camiseta cuando lo contrató como técnico, en la navidad de 2011. Ahora, cuatro temporadas y media y cinco títulos más tarde, el club acumula contratos y su presupuesto anual se disparó de 129 a 197 millones de euros.
Más leídas de Fútbol
No va más. Aplausos para el rival, goleada en contra y fin de ciclo: por qué echaron a Ramón Díaz en Brasil
Noche caliente en Madrid. Lo hostigaron con gritos racistas: se puso mal, pero enseguida contestó con un gol y un festejo inesperado
Día, hora y TV. Cuándo juega Argentinos Juniors vs. Vélez, por las semifinales de la Copa de la Liga 2024