El drama de los Rojos: se bloquean frente al arco rival
A Independiente le cuesta anotar: sólo 15 goles en los últimos 21 partidos oficiales.
Independiente certificó su crisis ofensiva con el híbrido 0 a 0 con Alianza Lima de Perú, anteanoche, por la primera etapa de la Copa Sudamericana. El renovado equipo de Ariel Holan, a contramano de su juego ambicioso, no puede resolver un problema viejo, un estigma que persigue a los Rojos desde hace meses, incluso desde mucho antes de la llegada del actual entrenador: no hay una proporción positiva entre la generación y la finalización de las situaciones de ataque. Precisa mejorar la última estocada.
La falta de gol no es algo nuevo en el conjunto de Avellaneda. En el campeonato local, en 16 partidos, sólo marcó 12 tantos, repartidos entre Rigoni (3), Vera (3), Denis (2), Meza, Barco, Cuesta (uno cada uno) y el restante en contra (de Arregui, de Temperley). Boca, el líder, tiene más del triple. Si a eso se le suman la Copa Argentina y la Copa Sudamericana, el total es de 15 tantos en 21 partidos, un promedio de 0,71. La gravedad es incluso más compleja: Independiente no marca más de dos goles desde el 21 de mayo del año pasado, el día en que derrotó 3 a 0 a Quilmes.
Holan, que sabía con lo que iba a encontrarse, rearmó el plantel y logró refrescar a Independiente. Con la incorporación de Gigliotti y la recuperación de Albertengo, el ex asistente de Burruchaga se vio cautivado por los números. Con dos atacantes de peso, con estadísticas tentadoras, durante los primeros dos encuentros (San Martín de San Juan y Vélez) eligió darles la titularidad para que se repartieran la zona. No le dio resultado. El martes, Albertengo, con algunas molestias físicas, fue suplente y Barco, titular, se paró como conector por la izquierda. Fue el mejor jugador del equipo.
Desde mediados de 2014, sin contar a los jóvenes que venían de las inferiores, hubo diez futbolistas que intentaron cumplir esa función: Penco, Valencia, Riaño, Lucero, Pereyra Díaz, Denis, Vera, Albertengo, Leandro Fernández y Gigliotti. Ninguno se ganó el puesto de manera confiable. Los últimos tres son los únicos que aún están en la institución. De ese grupo de diez hay dos casos singulares: el primero es el de Gigliotti, que acaba de incorporarse y por lo tanto todavía necesita adaptarse -más allá del penal desperdiciado-, y el segundo es el de Penco, que se ganó el cariño de la gente, pero que no tuvo lugar en la máxima categoría. Los demás fueron discontinuos, dos de ellos por lesiones graves: Albertengo -en 2015- y Fernández -en 2016- se rompieron los ligamentos. Vera tuvo buenos momentos, que luego fueron espejismos.
Más leídas de Fútbol
La otra semifinal. Las probables formaciones de Boca y Estudiantes y cómo se vive la previa en Córdoba
Segundo finalista. Estudiantes vs. Boca Juniors, por las semifinales de la Copa de la Liga 2024: día, horario, TV y cómo ver online
Bayern vs. Real Madrid. Medio siglo de una gran rivalidad, con pisotones, penales malogrados, errores y goles eternos