El final del ciclo de Riquelme no merecía tanta desilusión
Tras varias semanas de negociaciones, el jugador comunicó que no acepta volver a Boca; "Yo tengo palabra", dijo
Detrás de esa puerta de rejas que se cerró cuando Juan Román Riquelme salió de Boca con su camioneta Mercedes-Benz gris se pulverizaron las esperanzas, se terminaron las ilusiones y se esfumó ese sueño de final feliz que se presumía sobre esta historia. El imaginario de los hinchas de Boca que se acercaron hasta el complejo Pedro Pompillo (ex Casa Amarilla) tenía a las figuras de Román y Carlos Bianchi unidos en 2013 para ir por una nueva Copa Libertadores. Ese romaticismo vinculado al retorno del ídolo se secó cuando el ex N° 10 xeneize roció con su verdad la floreciente fantasía de los hinchas de verlo nuevamente con camiseta azul y oro.
"Estoy diciendo que a Boca no vuelvo más. Hice lo que tenía que hacer. Comunicarles al DT y al presidente lo mismo que les dije en la casa de Carlos. Ese día que tomamos mate les dije que tomé una decisión que para mí es muy difícil que cambie, lo veo complicado. Lo pensé hasta último momento por el entrenador, pero no puedo cambiar la decisión que tomé", de esa manera se encargó Riquelme de bajar un mensaje claro, como nunca antes. Aunque sólo transparente en ese discurso.
Fue una charla de apenas unos 10 minutos en la que Bianchi y el presidente Daniel Angelici escucharon a Riquelme, que estaba acompañado de su representante, Daniel Bolotnicoff, quien había estado negociando con Boca hasta último momento cómo se podía acomodar la cotización del dólares por el año y medio de contrato que aún quedaba pendiente con el futbolista.
Fue una sorpresa para el mundo Boca esta negativa, ya que varios de los dirigentes que participaron de las gestiones para este retorno impulsado por Bianchi sentían que Riquelme iba a aceptar volver a jugar en el club. "La decisión de Román, la verdad es que nos sorprendió a todos. Estábamos ilusionados por otra respuesta. En aquella reunión en casa de Bianchi dijo que lo iba a pensar. Allí hubo una referencia en esa charla acerca de que el mandato de Angelici terminaba en 2015, el contrato de Bianchi en 2015 y él preguntó qué pasaba con él. Y la respuesta fue simple: hay un contrato en vigencia, cuando se termine ese vínculo, si las cosas están bien y el técnico te necesita y tu rendimiento es el adecuado, va a haber una renovación casi natural", comentó César Martucci, secretario general de la entidad de la Ribera.
Cada uno de los movimientos del jugador parecieron estar perfectamente medidos. No logró lo que pretendía, no pudo torcer voluntades y por eso esperó hasta último momento para comunicar su negativa. "Estoy agradecido al presidente y al técnico, a los dirigentes que intentaron convencerme, pero me han criado de esta manera, tengo palabra. ¿A los hinchas? Le digo que los quiero, voy a ser futbolista hasta el último día. Cuando Agustín, mi hijo, quiera venir a la cancha, vendré", dijo un Román notablemente compenetrado en responsabilizar a la prensa por crear expectativas que él generó desde aquel día en el que dijo que "estaba a disposición de Boca". Sólo él pronunció esas frase que funcionó como una inyección de adrenalina en los hinchas por tenerlo nuevamente en el club.
Ese tipo de cuestiones son las que generaron una profunda decepción en varios de los hinchas que estuvieron en el complejo Pedro Pompillo para asistir al regreso del Virrey y.... varios de los simpatizantes se quejaron por el tiempo que se tomó Román para dar una respuesta y la frase común fue: "Si no iba a cambiar, ¿por qué dio tantas vueltas para responder?"
Y algunas de las declaraciones de Riquelme también ponen en evidencia que su falta de energía está vinculada exclusivamente con Boca: "Si tengo la posibilidad de jugar lo voy a hacer. Acá va a ser difícil. Ahora me voy a mi casa a tomar mate y a vivir la vida que llevo hace seis meses, la estoy pasando muy bien. Para jugar afuera nunca dije que iba a estar vacío. Acá lo conseguí todo, no tengo más objetivos ni desafíos".
Más allá de las dudas del jugador respecto de su futuro en el medio local, en las últimas horas circuló una versión que indica que Tigre volverá a tentarlo. Claro que para eso, desde Boca aseguran que para que Román juegue en la Argentina se deberá abonar 2.100.000 dólares por el futbolista, mientras que si la oferta es de un club del exterior los dirigentes se comprometieron a no ponerle cargo al traspaso de Riquelme. Y en este punto parece que puede haber otro conflicto, ya que anoche el futbolista dijo: "Quien me pretenda no tiene que resarcir a Boca, puede negociar conmigo. No tengo obligación de ir a entrenar y ellos no me pagan un centavo".
Se cerró el portón cuando Riquelme salió en su lujosa camioneta hacia Don Torcuato, su lugar en el mundo. Con él también se fue una historia llena de éxitos, lujos, goles, alegrías, amores, internas, presiones, negociaciones, palabras, divisiones, malos humores, egos y orgullo. Ni Boca ni Riquelme se merecían un final así.
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Partidos jugó Juan Román Riquelme en Boca. El detalle es el siguiente: 263 fueron por los torneos locales y 125 por copas internacionales. - 90
Goles anotó Román con la camiseta azul y oro. Se distribuyen así: 57 conquistas fueron por torneos locales y 33 por copas internacionales.
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Títulos ganó con la camiseta xeneize: 5 locales (Ap. 98, Cl. 99, Ap. 00, Ap. 08 y Ap. 11) y 5 copas: Libertadores (00, 01 y 07), 1 Intercontinental (00) y 1 Recopa Sudamericana (01).
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