En off... side: cómo encarará la temporada el Lobo platense

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Si hay un equipo que tiene el panorama complicado de acá a junio del 2011, ese es Gimnasia y Esgrima La Plata. Jugará todo lo que venga con la tablita de los promedios, como principal adversario. Arranca con la soga al cuello.

Luego de zafar una vez más del descenso, se vino la salida de varios jugadores. Rubén Maldonado, Alvaro Ormeño, Patricio Graff, José Vizcarra, Gastón Casas, entre otros. A Teté Gonzalez, que le quedan 6 meses más de contrato y a Diego Villar, con un año más de vínculo, les avisaron que no los van a tener en cuenta. Una mancha no le hace nada al tigre, ¿no? Por un error administrativo se les fue Denis Stracqualursi. No se le envió el telegrama de renovación en término y como dice el refranero popular: cocodrillo que se durmió, fue cartera. Quedó libre.

En el rubro incorporaciones hay cinco nombres en carpeta: Nicolás Cabrera, Cristian Leiva, Víctor Figueroa, Walter Jiménez y Gonzalo Vargas. Lo de Nico sería un retorno a su casa. En el caso de Leiva y Figueroa, compartieron mediocampo en Godoy Cruz, con Diego Cocca como entrenador, pero ocurre que a Leiva lo quieren varios. El Turbo uruguayo dejó un muy buen recuerdo en su anterior paso y es muy querido por la gente. El Lorito viene de México, del Santos Laguna y es el señalado por el técnico como el futuro conductor del equipo. Hay un jugador por el que todo hincha de Gimnasia prende velas todos los días para que siga en el club: Marco Pérez. Hasta fin de junio el colombiano pertenece al Lobo y hasta esa fecha todos sueñan con que aparezca quien ponga la plata y posibilite que Pérez juegue el Apertura para el equipo platense. La gente de Boyacá Chicó, dueña del 50% de la ficha, ya dio la palabra que respetaran la prioridad que tiene Gimnasia. Habría que desembolsar u$s 1.700.000.

Mientras se proyecta el equipo para el próximo torneo, el clima político también aporta lo suyo. A fin de año hay elecciones y el arco opositor por estos días está solicitando un informe sobre el estado de la finanzas del club. Quieren saber sobre altas y bajas en el plantel y si el armado del nuevo equipo puede hacer tambalear las arcas en el Bosque. El actual presidente Walter Gisande, tiene que atacar varios frentes: el deportivo, el político y el económico.

Cuatro históricos del club viven la actualidad en forma particular. Se retiró Roberto Sosa, llevándose el cariño de la gente, la misma tarde en la que derrotaban a los rafaelinos, manteniendo la categoría. A Mariano Messera, le comunicaron que Cocca no lo tendría en cuenta y el volante, cuando los chicos del programa radial "La Redonda" lo consultaron sobre esta decisión, se encontraron con una respuesta cargada de bronca: "Jode que venga un tipo que estuvo tres meses con nosotros y que sea él quien decida que se termine el ciclo de muchos jugadores de trayectoria, hinchas, que dieron la vida por esta camiseta cuando nadie quería venir a Gimnasia. Evidentemente le dieron bastante poder", dijo Messera. A Sebastián Romero le tendrían que comprar parte del pase, porque viene de dos préstamos consecutivos y por la edad de Chirola (35) sería poco probable dicho desembolso. Gastón Sessa, el capitán, cuando parecía que cambiaría de aire, está por llegar a un acuerdo con los dirigentes para seguir ligado al club. La gente resultó fundamental para que la continuidad del Gato sea posible. En días donde el arquero dudaba sobre su futuro, le hicieron saber que lo querían para este nuevo desafío. Llegó de sus vacaciones y le dijo al presi que no se bajaba. Hay que cerrar el acuerdo. Cuatro historias diferentes, pero todas marcadas por el sentimiento tripero.

En Gimnasia, por estos tiempos, parece que todo cuesta el doble. Mientras tanto la gente, como en cada arranque de torneo, se ilusiona y espera el despegue definitivo. Apoyo y aguante, al equipo no le va a faltar.

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