En off... side: cuestiones de selección

Twitter: @gordovalarco

A medida que se acerca junio el cosquilleo interno en el simpatizante común, en el defensor a ultranza, en el crítico más acérrimo, en los jugadores, en los integrantes del cuerpo técnico de la selección nacional, va en aumento. Da la impresión que con las actuaciones individuales, fundamentalmente de los delanteros por Europa, la ilusión de un digno papel y algo más en Sudáfrica, va tomando forma. Pareciera que llegó la hora de jugarle una fichas a nuestro equipo y por un tiempo, dejar de lados las críticas. Julio Grondona ya confirmó que en el cuerpo técnico, no entra ni sale nadie. Son los que están. Son los que van.

En la AFA, a principio de semana, se escuchó decir a un dirigente muy, pero muy, representativo y cercano a Don Julio: "Mientras los grandes sigan con estas campañas, el hincha no tiene tiempo de pensar en la selección". Algo de razón tiene porque salvo los de Independiente, a pesar del tropezón de ayer en La Plata, los demás parecen estar demasiado ocupados con los colores de sus amores, como para emitir juicios de valor sobre el equipo que conduce Maradona. Messi mete de a tres, Tevez lo imita, Higuaín no quiere ser menos, Milito hace que los conseguidos en Italia también sean tapa de los periódicos en Argentina. Han obligado estos muchachos, que por estas latitudes se hable seguido de Hat-Trick y que verlos retirarse con la pelota que les regala el árbitro, se haya convertido casi en una costumbre.

Quedan dos nombres: Sergio Agüero y Martín Palermo. Al Kun, Diego lo ve a punto de explotar, sueña que vuelva a ser ese jugador que enloqueció a los colchoneros. Está convencido que es un jugador tremendo, hoy opacado por la racha goleadora de sus compatriotas. Con Palermo ocurre algo extraño. Cuando le confirmó que estaba dentro de los 23 de la lista, pareciera que hubiese sido esta confirmación, un contrapeso que hasta hoy el Titán está tratando de sobrellevar, con el agregado que lo tiene que hacer en un equipo sin alma, como lo es hoy Boca. Lo lleva porque sabe que es fundamental para las paradas bravas y es bueno, siempre tenerlo a mano.

Si bien todos quieren jugar los famosos siete partidos, en el predio de Ezeiza mientras miran videos y partidos en vivo, coinciden que la primera fase será lo más duro: Nigeria, Corea y Grecia, son objetivos primarios y determinantes.

Como cuando jugaba Maradona o Batistuta, hoy Argentina tiene "jugadores de planilla". Son esos que hacen maldecir al técnico rival por tenerlos en la formación contraria y a los adversarios, por tener que enfrentarlos en la cancha. La selección pareciera no encontrar el rumbo futbolístico y eso preocupa no solo al simpatizante argentino, sino también a nuestro técnico. "Imaginemos a los rivales de la primera fase como estarán sabiendo que tienen que enfrentar a los Messi, Tevez, Higuaín, Milito. No deben poder dormir", sostuvo el mismo dirigente cercano a Don Julio, antes de irse para la calle Libertad.

Ah, lo de "jugadores de planilla" lo dijo un integrante del cuerpo técnico. El mismo que comentó, "lo que viene después, los octavos, cuartos, el mano a mano, es otra historia. Lo digo por experiencia". El grupo lo escuchó atento. Luego, saludó y se fue caminado hacia su auto, fiel a su costumbre, con los cordones desatados. Había terminado de ver como Messi le metía cuatro goles al Arsenal.

Anochecía en Ezeiza. Cuentan que iba cantando: "Vamos, vamos, Argentina….."