En off... side: el derrotero de Ayala para terminar en Racing

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El 5 de enero, día en que se abrochó el pase de Claudio Bieler a Racing, Pablo Podestá le dijo a Claudio Vivas: "Lo de Hauche se complica por Argentinos, no por el pibe y lo de Ayala, me contestan el viernes". Había que esperar hasta el 8, para saber si el Ratón llegaba a la Academia.. Vivas, ni lerdo ni perezoso le pidió, por las dudas, tener la opción de Leandro Cufré a mano. Mientras tanto, trataban de convencer a Luis Segura, presidente de Argentinos Juniors, que les vendiera al Demonio Hauche.

El primer contacto oficial entre las partes de Ayala-Racing, fue entre Podestá y Gustavo Goñi, representante, entre otros, de Martín Palermo y Diego Cagna. Todo tiene una explicación. El socio de Goñi es Matías Aldao, quien trabajó durante muchos años con Gustavo Mascardi y era el encargado de estar en comunicación diaria con Ayala y Pablo Aimar, entre otros. Para con estos dos jugadores hubo un pacto, a la hora de la separación, de compartir beneficios, sin embarrarle la cancha el uno al otro, ante una transferencia. Resulta que Aldao es para Ayala como un hermano y no guardan secretos entre ellos. Telefónicamente, días antes, Rodolfo Molina lo había llamado a Aldao, para tantear el terreno. Daniel Passarella, el Tolo Gallego, José Beraldi, a su tiempo hablaron con Mascardi para llevar al ex Zaragoza a River, Independiente y Boca, respectivamente. La explicación oficial de la no llegada fue "diferencias en el contrato del jugador". No era realmente así. Tendrían que haber hablado también con Aldao, para saber qué pensaba el jugador. El 6 de enero, Racing ya sabía de los números, restaba saber el real interés del jugador.

Cuando el día de Reyes, el Ratón se enteró del pedido formal de Racing, se dio cuenta que la famosa frase de casette: "voy por la gloria", en esta ocasión se acercaba mucho a la realidad. El tema del contrato estaba, un año de vínculo era perfecto, los refuerzos (faltaba cerrar a Hauche) hablaban de un proyecto serio, imaginó la locura de la gente ante el primer indicio de buena campaña, más el discurso frontal y comprometido de Claudio Vivas, le hicieron ver que Racing era "la opción". Dos semanas después, dio el ok para cerrar la operación, con el club que tenía la prioridad. En el medio, Hauche se convertía en el tercer refuerzo.

Eran cuatro los interesados en reforzarse con Roberto Fabián Ayala. Uno solo habló con las persona indicadas, Racing a través de Podestá y Molina con Goñi y Aldao, que fue lo mismo que haber hablado con el jugador. Luego, los dirigentes se encargaron de darle la buena nueva al técnico y de paso, confirmarle que todo no había pasado por la plata.

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