Evitar el descenso: una carrera en la que varios equipos suman tanto que pelean arriba

La primera categoría del fútbol argentino se entregó a un jubileo de tres años sin descensos. Hubo una insólita cancelación de una circunstancia deportiva que muchas veces es vivida como un drama, porque combina el fracaso futbolístico con el achicamiento económico derivado del hecho de bajar un peldaño.

En 2020 se esgrimió la pandemia como la razón para suprimir los descensos. Se quiso quitar presión a los equipos que recurrían a varios juveniles. Cuando se iba a reinstalarlos en 2021, una nueva voltereta reglamentaria los postergó hasta fines de este año, cuando los clubes de los dos últimos promedios protagonizarán la Primera Nacional en 2023.

Los últimos equipos en perder la categoría fueron Belgrano, Tigre, San Martín (San Juan) y San Martín (Tucumán), en 2019. Desde ese momento, los ascensos no se interrumpieron, por lo cual quedó una elefantiásica primera A de 28 clubes, con la incorporación de Sarmiento, Platense, Tigre y Barracas Central.

Síntesis de Sarmiento 1 vs. Godoy Cruz 2

Mientras tanto, en todo este tiempo siguió corriendo el sistema de promedios. En los dos años anteriores se pudo sumar sin la espada de Damocles del descenso inmediato. Ahora se ingresa en la recta final: después de esta fecha quedarán 13, la segunda mitad de la Liga Profesional, para que los más comprometidos intenten la salvación.

Síntesis de Central Córdoba 3 vs. Colón 0

La lucha por salir del sótano de los promedios tiene a varios equipos en la primera mitad de la tabla de la Liga Profesional. El miedo no es zonzo y empuja a salir adelante. Salvo Aldosivi, inmerso en una crisis de la que no encuentra salida, todos mejoraron respecto al preocupante estado en el que comenzaron el certamen.

El ejemplo más descriptivo es el asombroso Atlético Tucumán, líder de la Liga. Traducido en la tabla de los promedios: inició el torneo en el puesto 25º, a tres puntos de la zona roja, y ahora se ubica 19º, con un colchón de 17 puntos respecto del segundo club que estaría descendiendo (Aldosivi); el otro es Patronato, que de virtual condenado pasó a tenaz sobreviviente.

En esta carrera en la que casi todos los comprometidos suman más que lo previsto –con la excepción de Aldosivi–, el panorama de cada uno es el siguiente:

• Patronato (último, con promedio de 1,022): si bien no salió del fondo, alienta una esperanza que era remotísima cuando empezó la Liga Profesional. Facundo Sava, que asumió como DT a principios de marzo, se puso al frente del repunte. El Patrón está octavo en la tabla del campeonato y apunta a redondear el mejor año de los tres computados para los promedios. Obtuvo 10 de los últimos 12 puntos y en Paraná goleó a Boca y venció a San Lorenzo e Independiente. Su última derrota se dio como visitante, ante Barracas Central, cuando salió fuertemente perjudicado por el arbitraje de Jorge Baliño. “Nunca saqué cuentas y por ahora no voy a sacarlas. Todavía falta. No la tenemos fácil, pero tratamos de enfocarnos y de no poner energía en otra cosa que la buena planificación de un entrenamiento y de un partido”, expresó Sava.

• Aldosivi (penúltimo, con 1,056): el único caso de un derrumbe que no se frena. Empezó 21º entre los promedios. Cayó al 27º, en medio de un clima violento e intimidante contra el plantel. El último viernes cuatro jugadores se encontraron con autos incendiados cuando regresaban de Mendoza. Muy atrás quedó la buena gestión de Martín Palermo, que renunció antes de la Liga Profesional por falta de respuesta a los pedidos de refuerzos. Hubo un interinato hasta que asumió Leandro Somoza, que no logra rescatar del pozo al equipo.

• Sarmiento (26º, con 1,121): la derrota de este martes frente a Godoy Cruz le enciende las alarmas. Empezó un poco más holgado el certamen. El conjunto no transmite malas sensaciones, pero no consigue regularidad. Intercala un resonante triunfo sobre River en el Monumental con caídas inesperadas.

• Central Córdoba (25º, con 1,122): la salida de Sergio Rondina coincidió con una crisis de resultados que llevó al Ferroviario a ver más cerca la amenaza del descenso. Los dirigentes santiagueños innovaron con la contratación de Abel Balbo, que hace su primera experiencia como director técnico en la Argentina, y de Julio Lamas, entrenador de básquetbol que se ocupa de la gestión del grupo. De cinco partidos, ganaron tres y perdieron dos. “Estamos aumentando el volumen de juego; no quiero que tiremos pelotazos. Buscamos un juego fluido, de posesión y verticalidad rápida”, expresó Balbo tras el 3-0 a Colón, de este martes.

• Godoy Cruz (22º, con 1,155): empezó la Liga en un puesto de descenso, 27º. Subió cinco peldaños y está 10 puntos arriba de Aldosivi. La dupla Favio Orsi-Sergio Gómez potenció el trabajo que empezó en abril. Dio un batacazo con una victoria en el Monumental. Tras el importante 2-1 en Junín ante Sarmiento, Orsi expresó: “Pesa la mochila de dejar a Godoy Cruz en primera. No es fácil jugar por no descender. Yo estoy seguro de que este equipo, si saliéramos de esa zona de los promedios, tendría otro desarrollo. No nos olvidemos de que son chicos muy jóvenes y de que se matan para dejar a este equipo en la categoría, aun sabiendo que tienen ofertas a cada rato para irse”.

• Atlético Tucumán (19º, con 1,247): la revelación, que nadie vio venir. De la ubicación 25ª a la 19ª en los promedios. Con un equipo ordenado y pragmático, Lucas Pusineri sacó más puntos que los imaginados. El entrenador asumió en abril y le devolvió al Decano una efectividad que no vivía desde la época de Ricardo Zielinski. Omar De Felippe, Pablo Guiñazú y Juan Azconzábal, más los interinatos de Martín Anastacio, se habían sucedido sin frenar la cuesta abajo. “Tenemos claro el objetivo de la permanencia en primera. Después, es esperanzador todo lo que estamos viviendo”, expresó un Pusineri siempre cauto, al frente de un conjunto que armó de atrás hacia adelante, con el arco que defiende el seguro Carlos Lampe como el menos vencido del torneo (seis tantos).

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