Fernando Gago, íntimo: cómo vivió los últimos días de su padre y el día que “le robó” el asiento a Beckham en Real Madrid
El exvolante y actual DT de Racing compartió momentos muy especiales de su carrera profesional
LA NACIONSon tiempos de cambio para Fernando Gago. El flamante entrenador de Racing está ante un desafío de peso. Pero antes de su incorporación al club ofreció una versión diferente a la que suele mostrar, y compartió vivencias muy privadas de diversas etapas de su vida profesional.
“Yo tuve una desgracia, que fue que se me muere mi papá a los 18 años. Y eso me hizo crecer de golpe. Porque de pronto tuve que hacerme cargo de mi familia, desde un rol para el que no estaba preparado. Porque entonces el único que ingresaba algo de dinero a casa era yo. Por suerte lo tomé con mucha naturalidad”, contó, en una charla intimista que tuvo con el escritor Eduardo Sacheri.
Como parte del programa Contar la Vida, que emite DeporTV, abrió su corazón para compartir un hecho que pocos saben: “En 2005 mi papá estuvo 22 días internado. En todo ese tiempo yo no falté ningún día de entrenamiento. Dormía en el hospital todas las noches... Yo sé que mi rendimiento bajó en ese lapso, pero tuve la virtud de no contárselo a casi nadie. Y entonces se dio una situación compleja: mi mamá escuchó a un periodista criticarme, y de pronto toda mi familia estaba como loca. ¡Mi hermano lo quería ir a buscar a la radio! Y yo, que no leo ni escucho nada, tenía que calmar la malasangre de mi familia y mis seres queridos en un momento tan especial como era la muerte de mi papá.”
Gago también cuestionó el clima que vive un futbolista en actividad. A los 25 años me di cuenta de que no era real esa vida. De ir a un restaurante y que automáticamente te den una mesa... De ir a bailar con amigos y que te abran todas las puertas... De tener esa facilidad de tener ciertas cosas por el solo hecho de ser futbolista... Y me di cuenta de que eso no me gustaba. No es algo que esté bien. En muchas cosas lo podés aprovechar, incluso para firmar mejores contratos. Pero detrás está la persona. Y terminé de darme cuenta de eso cuando fui padre. Por ahí estaba con mi hijo jugando en la plaza como cualquier persona normal. Y de repente alguien se acercaba y me pedía “¿Te sacás una foto conmigo?” Y yo no me niego a una foto, pero no me cortes esos momentos con mi hijo. Que encima durante mi etapa como futbolista, eran muy breves.”
Más adelante, en la charla con Sacheri, compartió sus sensaciones de haber jugado en Real Madrid. “Cuando llegué al Madrid yo lo tomaba con naturalidad. Y me cambiaba al lado de jugadores con los que jugaba a los 10 años en la Play. ¡Y para mí era normal! Eso era un plantel de fútbol y yo iba a jugar a la pelota. ¿Cuándo tomé dimensión? A los 35 años, cuando me retiré. Jugué cinco años en Real Madrid. Tengo más de 120 partidos en ese club. Y para mí era normal. En el momento no te das cuenta”.
Luego, compartió una anécdota: el día que “le robó” el asiento a Bechham. “La primera vez que voy a un partido me subo al micro y me siento a un lugar que estaba vacío, porque me daba vergüenza sentarme al lado de grandes jugadores. Resulta que, unas semanas después después, Beckham vuelve a concentrar y a jugar. Y a viajar. Subo al micro, me siento, lo veo venir y digo “Beckham se va a sentar acá, este va a ser su lugar”. Lo veo venir, bajo la cabeza y pienso: “Que no sea acá, que no sea acá”. Se para, me mira. Le pregunto si ese era su lugar, me dice que sí y me corrí enseguida. Pero él me dijo que me quede. Fue todo muy natural... ¡Pero era Beckham!. Finalmente tuvimos una muy buena relación durante seis meses y terminamos viajando siempre juntos. Pero ese ejemplo grafica que el futbolista no toma dimensión del lugar en el que está.
Finalmente, Gago confesó que su amor por el fútbol es idéntico al que tenía cuando era niño, y detalló: “El amor por el fútbol es igual que siempre. Porque muchas veces me ha pasado de estar jugando en primera y que se me venga a la cabeza situaciones de juego que me habían pasado cuando tenía 10 años, en un partido de juveniles, contra Flandria, en cancha de Boca, a las 10 de la mañana, en Casa Amarilla. El fútbol fue mi profesión y mi educación, pero también fue el amor de jugar a la pelota.”
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