Independiente - Tigre, por la Copa de la Liga: el empate en el descuento (y por VAR), otra piedra en el zapato del Rojo

Un poco de alivio, de aire entre la espesura, una gota en el cauce. Eso era lo que necesitaba Independiente en esta cita con Tigre. Y parecía que lo conseguía. Pero no. En el quinto minuto agregado, ya con el tiro del final, el equipo de Victoria le arrebató el triunfo y con un penal postrero de Mateo Retegui (tras una mano de Barreto) igualó 1-1 por la novena fecha de la Zona 2 de la Liga Profesional. ¿Por qué era imperioso un respiro para Independiente? Por todo esto…

Porque tenía que sumar para no perder el tren de los primeros puestos y qué mejor que hacerlo ante este encumbrado Tigre que lidera el grupo. Porque venía de caer en el debut de la Copa Sudamericana. Y porque el ambiente, que hace rato viene denso a nivel institucional, hierve como en los peores momentos por la interna de los barras, aunque en este sentido hay malas noticias: los intereses de los violentos siempre van por otros carriles y prescinden de los resultados deportivos, por más triunfos que haya. Esos no son hinchas genuinos, se sabe.

El gol de Benegas

Es que en medio del fútbol volvió a escena la sinrazón barrabrava en la vida de Independiente. Acaso con la silueta de una enfermedad terminal, otra vez asomó la tensión por la feroz interna en la tribuna del Rojo. Durante la semana incluso se había puesto en duda la presencia del público por esta cuestión. Finalmente la dirigencia de Independiente y las autoridades de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) decidieron abrir las puertas a los hinchas en general con fuertes medidas de seguridad, que incluyeron la presencia de 800 efectivos policiales.

Primero iban a ser 600, al final hubo 200 más. ¿Por qué? Todo comenzó cuando Pablo “Bebote” Álvarez, líder de la facción Los Diablos Rojos, avisó que está de regreso para tomar las riendas de la tribuna en una disputa con otros dos sectores: Dueños de Avellaneda y Somos Nosotros, liderados por “Juani” (Juan Ignacio Leczniki) y por César “Loquillo” Rodríguez.

La arenga de “Bebote” Álvarez en la madrugada de este sábado frente al estadio, ante unos 300 seguidores, no hizo más que propagar el fuego en la previa del partido con Tigre. El líder y su grupo además caminaron en la noche de Avellaneda gritando y amenazando a los jefes de Los dueños de Avellaneda (la facción oficial). “Loquillo” maneja la tribuna Sur, mientras “Bebote” y “Juani” se pelean por ganar la Norte. Antes del partido, el grupo de “Loquillo” protagonizó un enfrentamiento con la policía, hubo balas de goma y detenidos. Pero fue sólo un capítulo más. Todo indica que, desgraciadamente, esta película de terror continuará…

El empate de Retegui

En medio de este caos, y después de la derrota del martes por 2-1 en la visita a Ceará por la Copa Sudamericana, Eduardo Domínguez pudo volver a contar con la dupla central titular (Barreto e Insaurralde no actuaron en Brasil porque estaban suspendidos) y respecto de la formación inicial en el partido copero, ante Tigre también fueron titulares Benavídez y Batallini. Soñora y Togni esta vez ingresaron en el segundo tiempo.

Pero antes que Domínguez comenzara con los cambios, el local se puso ventaja con un gol de Benegas, de penal, tras una mano de Cabrera. Hasta el 1-0 el desarrollo había sido parejo, de vuelo bajo, con muchas persecuciones y pocas luces, demasiado equilibrado.

Ese gol le abrió la puerta de la serenidad a Independiente, que incluso cediendo por momentos la posesión de la pelota, seguía complicando a un Tigre que no sabía cómo acercarse hasta el arco de Sebastián Sosa. Había llegado hasta el Libertadores-Bochini con la chapa de ser uno de los protagonistas de la Zona 2 el conjunto de Diego Martínez, Pero no encontraba el modo de inquietar a su rival.

Eso sí, el despliegue de Blanco, Batallini y compañía chocaba contra la inoperancia general a la hora de atacar para definir el partido. Por eso el resultaba seguía abierto. Y así se mantuvo hasta el último instante. A medida que se consumieron los minutos finales, desde luego, el juego quedó inclinado casi con exclusividad en campo local. Insistió Tigre, ya con Retegui como hombre de punta, y allá en el fondo emergían esas dos columnas llamadas Barreto e Insaurralde.

Independiente resistía y apostaba a liquidar el pleito de contraataque. Tigre quería pero no podía. Hasta que llegó el enésimo centro al área local, hubo mano de Barreto y Retegui estampó el 1-1. Independiente tendrá el martes de local, ante General Caballero de Paraguay por la Sudamericana, una noche para celebrar su recuperación, por lo que suceda adentro del campo de juego. Y para rezar, por lo que pase afuera.

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