La tensión en Boca aumenta y los dardos contra el Consejo de fútbol también involucran a familiares

Según la Real Academia Española, el término “desescalada” es “la acción de disminuir gradualmente la extensión, la intensidad o la magnitud de una situación crítica”. Muy lejos de eso, y demostrando una vez su nivel de autodestrucción, Boca volvió a meterse solito en un contexto caótico, en donde es evidente la guerra desatada entre el plantel profesional y el Consejo de Fútbol liderado por Juan Román Riquelme, en la cual nadie parece estar predispuesto a dar el brazo a torcer.

En tiempos donde la virtualidad le compite a la presencialidad en varios aspectos de la vida, es allí también donde por estas horas sigue la acción y la tensión xeneize. Es que pasaron muchas cosas en apenas un puñado de días. La eliminación de Boca en la Copa Libertadores ante Corinthians, el posterior despido de Sebastián Battaglia como DT, la exclusión de Carlos Izquierdoz (el capitán del plantel) de la titularidad en el partido con San Lorenzo y la derrota con el Ciclón por 2-1 que sumó gritas entre las partes.

“El Romance se terminó hace muchos años, pero no todos se dieron cuenta. Aguante Boca”, disparó Lucas Benedetto, hermano del Pipa, este domingo en clara alusión a Juan Román Riquelme, vicepresidente del club y máxima autoridad del fútbol en el club de la Ribera.

Lo hizo en un posteo de Instagram en el que el periodista Leandro Tato Aguilera destacó la foto del abrazo entre Rojo e Izquierdoz, tras el gol del zaguero a San Lorenzo, a la que acompañó con la frase: “Una imagen vale más que 1000 palabras”. Tiempo después decidió borrar su comentario.

No fue el único familiar del goleador que por estos días agitados optó por expresarse en las redes. Luego del olvidable partido de Benedetto ante Corinthians (malogró una jugada clarísima, desvió un penal en los 90 -poste- y otro clave en la definición -segunda bandeja-) y las críticas hacia él, la que salió a respaldarlo fue su esposa.

“¿Cuáles malas? Qué mal acostumbrados están (emoji de risa). De malas están los políticos de este país y nadie dice ni hace nada”, fue el primero de los posteos. A este le sumó “de malas está la educación”, y continuó: “La economía, la inseguridad, la violencia de género. Mal está el dólar, las pymes, los desempleados, la gente que pasa hambre y cada día más personas caen en la pobreza. Porque TODO sube menos el sueldo de la gente”, escribió Noelia Pons en tres historias seguidas de Instagram.

Marcos Rojo, en tanto, sumó a sus historias de Instagram un posteo en el que, sobre la foto del abrazo con el Cali Izquierdoz, un familiar suyo agregó: “Respeto ante todo”.

Mientras, Izquierdoz escribió: “Sos crack Toto!!! Qué grande amigo!!”, en los comentarios de un posteo en el que Eduardo Salvio se mostraba feliz por su debut, con gol incluido, en los Pumas de la UNAM, luego de su desvinculación de Boca. “En todas con vos, amigo”, le respondió el volante que, como en su última etapa en Boca, también usa la camiseta N° 10.

La semana que comienza este lunes es imprevisible. ¿Ante Talleres volverá Izquierdoz? ¿jugará Rojo o será separado por su festejo de gol junto al Cali? ¿Habrá reunión y llamado de atención general por el flojísimo nivel exhibido ante San Lorenzo? ¿Dirigirá Hugo Ibarra el sábado? ¿Todo este contexto acelerará la elección del nuevo entrenador?

En medio de demasiadas preguntas sin (por ahora) respuestas, lo único cierto es otro foco que alimenta más aún el fuego interno. Por estos días volverá a trabajar con el plantel profesional Agustín Almendra, quien hace 133 días protagonizó una grave falta de respeto ante Sebastián Battaglia (“A vos te arman el equipo”, y varios insultos) por el que el ahora exDT xeneize lo excluyó.

En aquel día de furia, el mediocampista se había cruzado fuerte con Benedetto. “En dos jugadas fue directamente a quebrarlo”, le confió a este diario alguien que fue testigo de toda la secuencia. Luego, estuvieron a punto de boxearse en el vestuario. Luego de las fuertes declaraciones públicas del goleador, en las que entre otras cosas dijo: “Agustín nunca entendió la camiseta que tenía puesta, con él no hay vuelta atrás”, ¿Cómo será el reencuentro entre ambos?

En el medio de todo está la institución, que aguarda con preocupación lo que ocurra el sábado porque la Bombonera puede manifestarse como hace tiempo no hace.

“Pueden reclamar los premios, pero no pueden faltarle el respeto a la camiseta y a la historia de este club”, le dice a este diario alguien que forma parte de la actual Comisión Directiva, que también reconoce: “El Consejo dejó trascender algo que no es cierto sobre la discusión del lunes”.

Según pudo averiguar LA NACION, la ya famosa, y tensa, reunión del lunes tuvo como foco un atraso que tiene Boca en el pago de los premios que habían acordado por ganar la Copa Argentina 2020 (en diciembre de 2021), la Copa de la Liga (hace un mes y medio) y el Superclásico en el Monumental.

Si bien el club alega que, por ejemplo, Torneos (la empresa organizadora de la Copa Argentina) aún no abonó el premio económico que debe recibir el campeón de esa competencia (250.000 dólares y el 70% de la recaudación por la venta de entradas de la final, en el Mario Kempes de Córdoba), lo cierto es que, como consecuencia de la inflación que hay en la Argentina, ese retraso en el pago impacta de lleno en el bolsillo de los jugadores.

A los hinchas les da lo mismo quién juega y quién forma parte de la Comisión Directiva de un club. Al fin y al cabo, todos están de paso. El malestar, palpable por estos días no solo en las tribunas de la Bombonera sino también en las redes sociales, pasa porque Boca equipo termina siendo rehén en esa lucha de poder y esa pulseada entre plantel y Consejo de Fútbol.

La actitud desganada que exhibieron los jugadores ante San Lorenzo los puso en el ojo de la tormenta y le dio elementos al Consejo para correrse del medio y mirar para el costado, aun cuando sus últimas decisiones parecen haber sido tomadas sin la serenidad que debería tener una dirigencia.

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