Con un golazo de Cuero, Banfield volvió a vencer a Lanús tras más de cuatro años

Se tiñe la noche de verde y blanco y Banfield grita fuerte su desahogo. Se multiplican los brazos de los jugadores del Taladro en el medio del silencio granate. No escatiman en el esfuerzo para revolear cualquier cosa que tengan a mano. El clásico del Sur los impulsa y especialmente por cortar la racha negativa sufrida en los últimos cuatro clásicos... Es la vuelta a festejar ante el rival de toda la vida: Lanús. Es superarlo por 1-0 como visitante y quedarse con el premio con uno de esos goles que se aplauden de pie. Es demostrar que a veces con un golazo es suficiente para alcanzar los objetivos, para ser feliz nuevamente después de mucho tiempo.

Mauricio Cuero es el nombre del partido para Banfield. En algunos casos un solo jugador se pone por encima de los aciertos del vencedor, y eso sería injusto con todo lo plausible que desplegó el Taladro en cuanto al esfuerzo y el despliegue. Su faena en el estadio de Lanús parece una proeza. Lo que hay que aplaudirle antes que nada al colombiano de 22 años es la acción con la que se sacó de encima a Araujo y ejecutó cruzado al ángulo. De principio a fin fue una pesadilla para su marcador. Se trató de una función casi perfecta. A tal punto que además del gol, Araujo recibió una roja por una fuerte entrada sobre el juvenil surgido en La Equidad y que el año pasado desembarcó en Olimpo.

El valor del gol fue la certeza ambiental de que Banfield podía manejar el partido a pesar de que la tenencia del balón era de Lanús. Y es cierto, la superioridad visitante residía exclusivamente en el poder de presión y contraataque. Sus hombres ofensivos preocuparon a Fernando Monetti.

Aturdido, Lanús se veía ante una contingencia extraña a sus planes. Tuvo más ritmo y le echó el cuerpo encima a Banfield, pero tuvo muchos desperdicios, como por ejemplo los dos remates de Miguel Almirón. En la figura de Cuero, Banfield cumplió un gran sueño. Volvió a ganarle a Lanús, algo que no conseguía desde el Apertura 2010. Volvió a sentirse fuerte ante el rival del Sur.

EL GOLAZO DE CUERO

tb/ae