Lanús vs. Talleres: la “T” aflojó, se llevó una derrota del Sur y a River le queda cada vez más despejado el camino rumbo al título de la Liga Profesional

Unas fechas atrás fue San Lorenzo el que flaqueó en la persecución de River. Ahora es Talleres, que sucedió al Ciclón como escolta del líder, el que aflojó el ritmo ganador y no pudo evitar que el equipo de Martín Demichelis amplíe la brecha. Son 10 puntos los que separan a River de Talleres, cuando restan 21 en juego de la Liga Profesional. De no modificarse esta tendencia, el millonario empezará a hacer cálculos sobre una vuelta olímpica anticipada.

Talleres interrumpió una serie de tres victorias consecutivas ante un Lanús que también llegaba sólido desde los números, sobre todo de local, con cinco triunfos en fila. El Granate dio vuelta en menos de cinco minutos un partido que perdía antes de que se cumplieran los dos minutos. Premio a una búsqueda más obstinada que clara, guiada por Pepe Sand desde su ingreso. Y castigo a un Talleres que se confió demasiado con el 1-0, no se empleó a fondo para explotar sus recursos en ataque.

Suele ser de temer el poderío ofensivo de Talleres. Reúne varias cualidades: técnica individual, velocidad, contundencia, entendimiento. No tardó en ponerlo en práctica en la Fortaleza, favorecido por lo mal parado que quedó Lanús tras un córner a favor. El contraataque fue como un rayo. El paraguayo Rubén Sosa condujo por el carril central, mientras se abrían Michael Santos y Diego Valoyes. El Granate había quedado en inferioridad numérica, poco menos que entregado para que Sosa combinara con Santos y Valoyes recibiera la asistencia para definir frente al arco. El reloj no llegaba a los dos minutos y Talleres ya estaba en ventaja.

Lo mejor del partido

Quizá el 1-0 tempranero haya tenido influencia, pero lo cierto es que el desarrollo quedó planteado para una iniciativa nerviosa e imprecisa de Lanús, con el equipo cordobés replegado para cortar y salir de contraataque. El local se enredaba en las gambetas de De la Vega y Orozco, mientras buscaba la cabeza de Lema en las jugadas con la pelota detenida. No le fluía el juego al Granate, demasiado espeso, aprisionado por el achique rival.

Lanús estuvo cerca del empate en un descuido adversario. Leandro Díaz quedó libre para recibir en un córner jugado rápidamente; la definición de media vuelta fue tapada por Herrera. El desarrollo era entretenido, entre dos propuestas diferentes: Lanús, con más posesión; Talleres, dueño de las transiciones.

El resultado estuvo cerca de cambiar en el cierre del primer tiempo. Pudo ser empate, pero también una ventaja más amplia para Talleres. Leandro Díaz no se pareció a ese delantero que es goleador de su equipo (11 tantos) cuando le erró a una definición de cara al arco, tras una buena asistencia de Orozco. Ya se tomaría revancha el tucumano. Unos minutos más tarde, el paraguayo Sosa no confió en su zurda, el perfil más indicado para conectar el centro desde la derecha de Valoyes, y de derecha el salió una definición defectuosa, ya con el arquero Morales fuera de acción.

No mejoró Lanús en el manejo de la pelota en el arranque del segundo tiempo. El juego aéreo volvió a ser un recurso, con el cabezazo de Lema en un córner, desviado al gol en su trayectoria por De la Vega, que estaba en off-side. Talleres seguía tranquilo, sin pasar sobresaltos, con Rodrigo Villagra como patrón del medio campo, siempre bien ubicado y criterioso para manejar la salida. Unos metros más adelante, la zurda de Garro y la verticalidad de Sosa y Valoyes tenían en alerta a Lanús.

En búsqueda de profundidad, Frank Kudelka hizo ingresar a Franco Troyansky y Pepe Sand. De todas maneras, lo que también debía mejorar era la creación y elaboración de juego. Y el partido tuvo un vuelco repentino e inesperado. Lanús lo martilleó a centros a Talleres hasta romperlo. Primero, con un cabezazo de Leandro Díaz, que Herrera sacó cuando la pelota ya había traspuesto la línea. Cuatro minutos después, de un foul que Sand creó con su oficio cuando Valoyes lo encimó en el cuerpo a cuerpo, vino el tiro libre de Esquivel y Lema, una vez más, ganó en las alturas, a la marca de Rodríguez, para poner el cabezazo del 2-1.

El final fue caliente, con el enojo del zaguero colombiano Felipe Aguilar por la provocación de Federico Girotti, la expulsión de Belmonte (mano en la puerta del área) y de Kudelka, quejoso porque Fernando Rapallini añadió dos más a los seis minutos que ya había adicionado. Aun con uno menos, Sand tuvo el 3-1 en la última jugada. A los 42 años, el ídolo Granate había entrado a tiempo, para ayudar a dar vuelta un partido al que Lanús no le encontraba la vuelta.

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