Racing-Arsenal, por la Superliga: la Academia ganó y sueña con clasificarse a la Copa Libertadores

La mayor novedad que presentó Racing para recibir a Arsenal fue la pelada al ras que lució Lisandro López. De su cabeza, justamente, nació el gol que abrió la victoria académica. Poco más que esos tres puntos se llevó de positivo el local, que así llega a los 45 puntos y se ubica en la sexta posición de la Superliga, expectante de lo que ocurra en la última fecha para poder clasificar a la Copa Libertadores del año próximo. El capitán cabeceó un centro preciso de Ricardo Centurión y plasmó la diferencia entre la Academia y los de Sarandí.

Una diferencia que en la previa se creía mayor: chocaban un equipo ya descendido con el segundo mejor de este año en el fútbol argentino detrás de Godoy Cruz. Sin embargo, en un partido que se jugó con dos marchas menos que lo habitual, esa distancia de jerarquía no se sintió. El trámite se pudo volver más sencillo para el local si Mauricio Aquino no le tapaba el taco a Centurión a los cinco minutos de partido. O si Jorge Baliño cobraba el claro penal a Lisandro López durante la primera mitad.

Lo mejor del primer tiempo

Pero debió esperar hasta los 16 minutos del segundo tiempo para ponerse en ventaja. Unos minutos antes, el palo le había negado a Alejo Antilef el gol, después picar la pelota por encima de Javier García con su zurda. Arsenal llegó a este partido sin haberse entrenado ayer, en una medida gremial del plantel por sus salarios adeudados. Además, como ya había ocurrido en las anteriores fechas en las que su descenso ya estaba sentenciado, sus jugadores no concentraron.

El partido, por momentos, tuvo el ritmo de un entrenamiento. Un ejemplo: Lautaro Martínez arrancó con pelota dominada desde la mitad de la cancha y cuando llegó cara a cara con el arquero, eligió resolver con un taco que quedó corto para Lisandro. El goleador tuvo algunas chances más en las que no eligió bien. Pero sobre el final le llegó la revancha, cuando quedó en el punto del penal de frente a Aquino: lo fusiló. Lautaro no lo festejó, se quedó con los brazos en jarra sacándose el fastidio.

El gol de Lautaro Martínez