Copa de la Liga. San Lorenzo-Huracán: un empate deslucido que llevó calma a cada barrio

Era el clásico de las urgencias entre San Lorenzo y Huracán. Se sabe: no son tiempos sencillos para dos clubes que procuran recomponerse. Por eso, por cómo se dio el encuentro, el 1 a 1 en el clásico correspondiente a la Copa de la Liga Profesional le cayó mejor al Globo. No hubo desahogo en Boedo, tampoco alivio. Franco Di Santo abrió el marcador para el Ciclón, en tanto que Franco Cristaldo le dio el empate al club de Parque Patricios.

En busca de un golpe de efecto, el entrenador local, Diego Dabove, había dispuesto siete cambios entre los titulares respecto al equipo que había sido goleado por Central Córdoba. Entre ellos, el arquero y tres de los cuatro defensores. Preocupado el DT por los bajos rendimientos, apenas Diego Braghieri, Diego Rodríguez, Juan Ramírez y Ángel Romero se salvaron de la escoba.

El 1-0, de Di Santo

Así salieron a jugar, con el cuchillo entre los dientes, con temor a equivocarse. En un inicio trabado, entre demasiadas infracciones, fue San Lorenzo el que tuvo la primera oportunidad. A los 7 minutos, Nicolás Fernández encontró una pelota suelta en el área y remató de zurda y el arquero Sebastián Meza, usualmente suplente en Huracán, se lució desviándola al córner. Hubo más claras. Unos minutos después, a Nicolás Silva le faltó justeza para definir mano a mano con José Devecchi. En otra, a los 19, Ramírez escapó de la pierna fuerte y sacó un zurdazo de 30 metros que rebotó en el travesaño.

El 1-1, de Cristaldo

A los 32, San Lorenzo se sacó una espina, ya que llevaba cuatro partidos sin marcar goles a su clásico rival. La jugada fue curiosa: Di Santo despejó un córner, corrió detrás de la pelota, capitalizó un error de Raúl Lozano (su pase a Meza desde la mitad de la cancha quedó muy corto) y el mendocino estableció el 1-0. De punta a punta, una conquista de calidad por parte de Di Santo –no de Lozano, claro– en un partido chato. El centrodelantero lo gritó con alma y vida. Un premio a su atención.

También en el segundo tiempo la falta de ideas apareció como un obstáculo para Huracán, que careció de creatividad y profundidad. Pero mostró valentía para dar un paso al frente cuando el reloj lo apremiaba. Y también aprovechó el momento cuando el Ciclón titubeó. A los 26 minutos, Cristaldo conectó un centro de Ezequiel Bonifacio y con su cabeza desató la alegría quemera.

El encuentro, aun con errores, se había puesto más que entretenido, por las emociones que se sucedían en ambos arcos, generalmente porque atrás los dos equipos cursaban invitaciones a que los atacaran.

San Lorenzo llegaba con una necesidad: encontrar un buen resultado, principalmente por tratarse del clásico. Con altibajos y algunos sustos, no cumplió la misión. Resulta otro golpe para un plantel y un entrenador que quieren trabajar con mayor tranquilidad. El Globo, dentro de la languidez de su presente, se fue del Bajo Flores con una sonrisa.

San Lorenzo domina ampliamente el historial, con 39 triunfos de ventaja: 82 éxitos, 44 igualdades y 45 caídas. Sin embargo, lleva seis partidos sin vencer a Huracán. Al menos se dio el gusto de poner fin a la peor racha de su historia sin hacerle goles, que se cortó en 395 minutos. El último era de Nicolás Reniero, que anotó el 11 de marzo de 2018 en un 1-1 en el Tomás Adolfo Ducó. Después de ese partido, hubo tres 0-0 (dos por la Copa de la Superliga), un 2-0 en favor del conjunto de Parque Patricios y este 1-1.

Compacto de San Lorenzo 1 vs. Huracán 1