Un golazo a lo Chilavert contra Burgos, pero en la reserva de San Lorenzo: Santiago Torres anotó de tiro libre y desde atrás de la mitad de la cancha

Si el golazo del arquero José Luis Chilavert a Germán Burgos, jugando para Vélez contra River en Liniers, durante una inolvidable noche de marzo de 1996, quedó resaltado en la historia del fútbol argentino, el que se anotó hoy en Arroyo Seco no tiene nada que envidiarle... El guardavalla Santiago Torres, formado en las inferiores de San Lorenzo, le marcó un gol a Talleres emulando al paraguayo.

Torres, que en septiembre pasado firmó su primer contrato profesional con el Ciclón, le marcó un golazo de tiro libre a Talleres, por los cuartos de final de la Copa Proyección (la antigua Reserva). Claro que el hecho extraordinario, más allá de la curiosidad de que un arquero haga un gol, es desde dónde pateó: de atrás de la mitad de la cancha, aproximadamente a 70 metros del arco rival. El remate de derecha fue con tanta potencia que se terminó clavando en el ángulo superior izquierdo de Laureano Martínez, el arquero de la T, que se vio sorprendido y cuando quiso reaccionar ya era tarde..., como Burgos.

El golazo, a los 9 minutos del primer tiempo, desató la locura de los jugadores de la reserva de San Lorenzo, que son dirigidos por Leandro Pipi Romagnoli. Todos fueron en busca de Torres (categoría 2004, nacido en la Ciudad de Buenos Aires) para celebrar. El primer tiempo tuvo más goles y los de Boedo se imponen 2-1.

Una situación que pasó inadvertida: el gol de Torres debió ser anulado. ¿Por qué? La infracción se marcó porque el árbitro cobró offside. Dos detalles dan cuenta de eso: la bandera arriba del asistente y el gesto del árbitro, que levanta el brazo en señal de tiro libre indirecto. El envío de Torres no se desvía en nadie. Es decir que el juez del partido debió anular la acción: o no se dio cuenta o se dejó llevar por el hecho anormal.

Vaya curiosidad: fue hace menos de dos meses cuando Torres firmó su primer vínculo profesional con San Lorenzo. Aquella tarde, a él y a sus familiares que lo acompañaron al club se los vio muy emocionados. Hasta entonces, más allá de ser el arquero titular de la reserva, Torres alternó entrenamientos y pretemporadas con el plantel superior.

El golazo de Torres

“Su vínculo con San Lorenzo no empezó el 22 de septiembre de 2023, cuando firmó su primer contrato profesional; se inició en su nacimiento: Santi vive a pocas cuadras de la cancha y es fanático del club. Tuvo sus inicios en el baby cuervo e hizo toda su formación puertas adentro de la Ciudad Deportiva. Junto con otros chicos que llevan el sanlorencismo a flor de piel, es un espectador frecuente de los partidos de diversos deportes federados en el Polideportivo Roberto Pando, además de no perderse ni un partido del Ciclón en el Nuevo Gasómetro”, publicó sanlorenzoprimero.com.ar.

Además, Torres (de 1,87m) ya sabe lo que es actuar en la selección argentina. En 2021, cuando tenía 17 años, fue convocado por el Bocha Batista a los entrenamientos con la selección Sub 20.

Ahora, su nombre ya quedó escrito con letras doradas por el golazo desde atrás de la mitad de la cancha que, en redes sociales, muchos ya empiezan a postular para el Premio Puskas de la FIFA.

El recuerdo de Chilavert

El 22 de marzo de 1996, Chilavert hizo el gol imposible. Vélez y River se enfrentaron en Liniers, por la tercera fecha del Torneo Clausura, en un mano a mano que pese a la noche desapacible y el mal estado del campo persistió en un espléndido nivel durante los 90 minutos. A los 21 del segundo tiempo, con empate de 1-1 y desenlace de pronóstico reservado, se produjo un arrebato de inspiración y destreza del ya legendario paraguayo. En el afán de prosperar en un ataque, Enzo Francescoli adelantó demasiado la pelota y en el cruce con Raúl “Pacha” Cardozo cayó el defensor de Vélez.

Francescoli se interesaba por el estado del dolorido Cardozo y Víctor Sotomayor se disponía a sacar el tiro libre cuando, desde su área Chilavert partió raudo y determinado hacia la pelota y en la propia carrera le pidió al árbitro, Carlos Mastrángelo: “Agáchese”. Todo fue tan rápido y fabuloso que sorprendió hasta al director de la transmisión de la TV: de repente la cámara enfocó la pelota que subía y subía como un globo llevado por la lluvia y el viento, mientras desesperado, presa del peor de los presentimientos, a trote desmañado Burgos intentaba controlar la situación...

El gol quedó, por siempre, en el recuerdo de todos los amantes del fútbol.

El golazo histórico de Chilavert

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