Un calendario apretadísimo en el regreso del fútbol: 240 partidos en cuatro meses

El 19 de diciembre pasado, Tigre y Atlético Tucumán crearon un soporífero empate en cero, toda una curiosidad en un campeonato entretenido, con propuestas audaces y algunas figuras emergentes. Los 450 goles marcados en 210 partidos (2.14 tantos por encuentro), así lo certifican: más allá del exceso de los 30, de los grotescos de la AFA , de la ausencia de hinchas visitantes, lo que ocurría en el campo de juego, en líneas generales, era para disfrutar. Ese partido, en realidad, quedó en la historia por otro motivo: fue el último de Primera que se disputó antes del descalabro. Todo hasta esta noche, cuando volverá la acción con el choque entre Vélez y Estudiantes, en Liniers, en un anticipo extraño, que tiene explicación.

Jaguares, la franquicia del rugby argentino que participa en el Super Rugby, tiene previsto su debut contra Lions, en Liniers, su casa argentina, para pasado mañana, programa definido con suficiente antelación. El 19 de septiembre, exactamente. El torneo de Primera, en cambio, no tiene certeza de finalización. Puede ser en junio o julio. Con un calendario apretadísimo, con fútbol en exceso, casi, casi, todos los días.

Con la esperada vuelta del fútbol, en la fecha 15a, que se jugará entre hoy y el lunes, comenzará ahora, detrás de la ansiedad, la angustia de una carrera por completar el fixture más o menos en tiempo y forma. Las fechas se jugarán, principalmente, entre viernes y lunes, pero habrá varias entre semana y actores invitados. La Copa Libertadores, la Copa Sudamericana, la Copa Argentina, las eliminatorias, el Mundial Sub 20 y hasta las elecciones para la presidencia de la AFA estarán mezcladas en el medio.

El torneo local adeuda 16 fechas y no debería excederse de fines de junio o principios de julio. Para recordar: Boca es el líder, con 31 puntos, ya sin Carlos Tevez, hoy en el fútbol chino. Empezó el 26 de agosto pasado y debió volver el viernes 3 de febrero, pero, se sabe: AFA, Agremiados, paros y demás lo cambiaron todo. Por suerte, no jugaron los juveniles, en una de las programaciones forzadas, sin seguro médico ni garantías de ningún tipo. Los pibes, en cambio, serán protagonistas del Mundial Sub 20, que se disputará en Corea del Sur, del 20 de mayo al 11 de junio, pero ya empezaron las prácticas. ¿Los clubes liberarán a los chicos, así como así, con el calendario asfixiante? Ya se entrenan 31 jóvenes, todos de equipos de Primera División.

El único encuentro oficial local en este tiempo fue la final de la Supercopa, ganada por Lanús. Un 3-0 conseguido ante River, el 4 de febrero pasado, bajo un diluvio en el estadio Ciudad de La Plata. Conocido como el Torneo de la Independencia, jugado con el espíritu europeo (de agosto a junio), se reanudará con una demora de un mes y una semana. Eso sí: no habrá piernas que aguanten. Mezclados en el tobogán interminable de fútbol de todos los días, está la Copa Libertadores, con su nuevo formato, que empezó el 23 de enero y acabará el 29 de noviembre. Lanús, San Lorenzo, Estudiantes, Godoy Cruz, River y Atlético Tucumán son parte de esa competencia.

Está, también, la Copa Sudamericana, que arrancó el 28 de febrero y terminará el 13 de diciembre. Independiente, Arsenal, Defensa y Justicia, Huracán, Gimnasia y Racing son los participantes. Deberán jugarse partidos entre esos torneos y hasta en fechas FIFA. El próximo 23, el seleccionado argentino volverá al ruedo contra Chile, en el Monumental, por las eliminatorias. Seguramente, algún cotejo del torneo local será programado para ese mismo jueves, toda una rareza, sin dudas.

Será, otra vez, el torneo de los "asteriscos", porque los dirigentes buscarán postergaciones, según el caso. Suerte de rompecabezas moderno, la superposición de partidos será una constante. Al menos, hay dos certezas: el caos que se avecina y el grotesco cordobés. El estadio Mario Kempes aún no está en condiciones, por lo que Talleres e Independiente siguen con la planificación a futuro. Belgrano vs. Racing (16a fecha) seguiría el mismo camino.

Puede pasar de todo. Un ejemplo: con tantos partidos, el Tribunal de Disciplina deberá hacer malabares para ser lo más justo y veloz posible ante eventuales expulsiones. Pocos tendrán margen para ir a declarar y habrá un sinfín de suspendidos "en forma provisional". En menos de cuatro meses deberán jugarse 240 partidos, sólo de este torneo.

Vuelve a rodar la pelota. Ahora, el problema es cómo, cuándo, dónde. El almanaque es el mismo, a pesar de que nuestro fútbol quisiera extenderlo hasta límites insospechados.