Alan Wagner: un triunfo revitalizante en el Abierto de Chile bajo el recuerdo de la tragedia que lo marcó

Alan Wagner está convencido de que el golf es el deporte más ingrato y neurótico que existe. Pero también entiende que ayuda a la autosuperación y propone ser mejor cada día. Esa es su receta y este último domingo recibió su premio: se quedó con el Abierto de Chile, un torneo correspondiente a la segunda fecha del PGA Tour Latinoamérica, cuya temporada arrancó de la mejor forma para los argentinos. Hace una semana, Jorge Fernández-Valdés se había quedado con el 115º VISA Open en Nordelta. Ahora, es el olavarriense quien lo sucedió en el historial de campeones de la gira, después de firmar 71 (-1) en la última vuelta y totalizar 273 (-15), en el Club de Golf Sport Francés.

Wagner tuvo el mérito extra de imponerse en el certamen de principio a fin –la primera vez que triunfa de esta manera- y cerró con birdie-birdie para aventajar por un golpe a Fernández-Valdés (70) y al estadounidense Chandler Blanchet (69). Un sprint final apasionante, que solo se definió en el hoyo 72, un par 5 en el que la balanza se inclinó para este luchador del golf argentino, que llevaba 86 certámenes sin un top-ten hasta su cuarto puesto en Nordelta. Si se amplía un poco la mirada, se trata de su segundo triunfo en 107 eventos disputados en la gira latina: su otro título fue en 2012, cuando se quedó con el Roberto De Vicenzo Invitational en San Vicente.

“Es una alegría inmensa, un sentimiento indescriptible. Pasaron diez años desde la última vez que gané en este Tour y en este tiempo sucedieron muchas cosas. Es el resultado de un proceso de cuatro, cinco años, tanto desde lo psicológico como lo técnico, lo físico y lo personal. Se juntaron las piezas y de repente funcionó todo”, sostuvo Wagner, que tuvo que ser tolerante consigo para soportar una suma de frustraciones. De hecho, en julio pasado, en Tulum -última estación de la temporada 2020/2021-, se juró arrumbar la bolsa de palos en un rincón para no jugar más. Pero no lo pudo hacer: a los 10 días ya estaba jugando más al golf que durante todo el ciclo anterior. Su pasión por este juego lo volvió a invadir, y a partir de entonces empezó a tomarse las cosas de manera diferente, con otro enfoque. “El golf es lo mío, más allá de que gane torneos o no”, señaló el jugador de 32 años, que empezó a atrapar el certamen en Chile a partir de su formidable primera jornada de 62 (-10), su mejor score como profesional.

Un momento dramático en su vida siguió repercutiendo en su carrera hasta hace poco. Campeón del Perú Open en 2008 y del Colombian Masters de 2009, Wagner se erigía como uno de los referentes de la nueva camada del golf nacional. Era apenas un veinteañero. Sin embargo, cuando sus sueños en el golf empezaban a volar bien alto, el 23 de mayo de 2010 se produjo un episodio trágico: el vehículo donde viajaba su novia Agustina Incaurgarat, destacada golfista amateur argentina, chocó contra una camioneta. En el accidente fallecieron también su hermano, Francisco Incaurgarat, Francisco Gosende –ambos golfistas- y el instructor de golf Marcelo Miguel. Venían por la Ruta Provincial 32 después de disputar un torneo en Pergamino. “Sin duda que fue el hecho más duro que me ha tocado en mi vida”, recordó Wagner.

Aferrado a su resiliencia, con su victoria ascendió ahora al segundo lugar del listado de puntos de la Totalplay Cup (600), mientras que el líder de esa nómina es Fernández-Valdés, con 745 unidades. Será una carrera de 12 certámenes en total para conseguir cinco pasajes al Korn Ferry, la antesala del PGA Tour. Lo bueno es que Wagner siente que recuperó su sensibilidad para el golf, aquella que derrochaba cuando daba sus primeros pasos. ¿Lo malo? Todos los jugadores deberán esperar nueve semanas para que la gira latina retome la actividad: del 17 al 20 de febrero se jugará el Estrella del Mar Open en Mazatlan, México.