Gómez Cora: "obviamente, vamos a Río de Janeiro en busca de una medalla"

MAR DEL PLATA.- Se cansaba de anotar tries cuando era jugador. Su registro de 230 conquistas sigue siendo un récord internacional en el Circuito Mundial de Rugby Seven. Ahora que es entrenador del seleccionado nacional Pumas 7s, lo que anota son números y jugadas. Lo hace a mano, y en una agendita Moleskine como las que inmortalizara Ernest Hemingway. Con esos datos, y varias decenas de nombres y flechas y palabras sueltas, Santiago Gómez Cora diseña su plan de juego. En algún lugar de esa cartografía se moldea la fórmula del equipo Argentino para pelar por un lugar en el podio en los Juegos de Río 2016, en lo que será el estreno olímpico de este deporte.

Después de un cierre de año que incluyó una victoria sobre Nueva Zelanda por primera vez en nueve años y una derrota contra Sudáfrica en la final de la segunda etapa del Seven World Series, en Ciudad Cabo, los Pumas 7s repitieron por tercer año seguido el primer puesto en el American Sevens de Mar del Plata, un clásico veraniego que esta vez incluyó a los Blitzboks sudafricanos. Para los próximos cinco meses, la International Rugby Board apiló ocho torneos. Pero el gran desafío del equipo espera detrás de todo eso. Gómez Cora ya tiene el GPS programado con el Arena Rugby de Río, pero pide conservar la mente fría: "Sabemos lo que significa un juego olímpico, pero no queremos pensar ya en la frutilla del postre, sino en ir construyendo ladrillo por ladrillo para llegar lo mejor posible."

-¿Hay que ilusionarse a partir de estos resultados?

-Es el segundo año con el mismo equipo, buscando jugadores, formando un grupo, y estos buenos resultados inmediatos nos ponen muy contentos. También nos llenan de compromiso, porque hay que redoblar el trabajo. Si uno como equipo hace ruido y llama la atención, vienen a buscarte, así que lo que hay que hacer es ordenar todo, cambiar varias cosas del juego y seguir sorprendiendo en el circuito. Es el año más importante. Los resultados dan confianza y respeto, pero sabemos que no nos podemos quedar dormidos y tenemos que doblar el trabajo.

-¿Cuáles son esas cosas que hay que cambiar?

-Siempre hablamos de una curva de aprendizaje, donde no podemos cometer los mismos errores. Veníamos con errores en el juego, y logramos consolidarlo. Después trabajamos en aprender a cerrar los partidos, a jugar con potencia, y venimos evolucionando en eso. La verdad es que llegar a una final y ganarle a Nueva Zelanda después de casi diez años fue muy bueno. Y eso lo pudimos consolidar en Mar del Plata. Ahora hay que redoblar el esfuerzo, porque ahora nos vienen a buscar. Antes fuimos una sorpresa y ahora estamos terceros en el ranking; hay que asumir ese compromiso.

-¿Qué cambia con el hecho de que ahora vengan a buscarlos?

-Obviamente, hay mucho más vértigo y más exposición. Y estamos mucho más en la vidriera. Pero es lo que buscábamos. Es más cómodo venir de abajo, sin llamar la atención. Pero esperábamos esta explosión en algún momento, y ahora hay que hacer lo suficientemente maduros como para mantenernos. La idea nuestra es estar entre los seis primeros, ir aprendiendo a ganarle a las potencias, lo cual no es fácil. Primero, por el juego, y después, por cuestiones como el estrés y el vértigo. Por eso es importante sumar minutos contra ellos.

-¿Terminó la etapa del seven como una categoría casi de desarrollo?

-Creció mucho. Por eso entró a los Juegos Olímpicos. Creo que IRB [International Rugby Board] no esperaba tanto crecimiento. Antes había cuatro o cinco equipos competitivos, y hoy los 16 son muy parejos. Nueva Zelanda, Fiji, Sudáfrica, Inglaterra y Australia siguen liderando. Pero hoy Kenia, por ejemplo, o Escocia están muy parejos. El circuito arrancó hace 15 años, como algo de desarrollo para insertarse en países que no le daban mucha importancia al rugby, y ahora tiene una vida tremenda, con la mayoría de equipos que dedican jugadores exclusivos al Seven, con el hecho de ser deporte olímpico. Hay jugadores estrellas mundiales del 15 que manifestaron sus ganas de estar en el Seven, como Sonny Bill Williams.

-¿Cómo se va a dar la articulación entre los Pumas 15 y el Seven de cara a Río?

-El otro día vino el Huevo (Daniel) Hourcade a Mar del Plata a saludar a los jugadores, y tuvimos una muy buena reunión. Nosotros tenemos un proceso de desarrollo de los Pumitas, que es de donde salen la gran mayoría de nuestros jugadores, y la idea de cara a los Juegos es que se vayan insertando en los Pumas. Ya esta semana seis jugadores van a ir a entrenar con los Jaguares para ir viendo el plan de juego, para ir conociéndose. Nosotros somos un seleccionado que también obviamente desarrolla jugadores, entonces es un éxito que convoquen jugadores. Y nosotros vamos a ir viendo también jugadores del 15 para ver si tienen chances de ir a los Juegos. Es una muy buena interacción entre los dos seleccionados.

-¿Cómo es la articulación entre Comité Olímpico y UAR?

-Muy buena. Por suerte el deporte es olímpico, y recibimos mucho apoyo del Comité y del Enard. Sin ese apoyo sería muy difícil. Ese acompañamiento es vital para la UAR y para el Seven mismo. Nos da mucho respaldo.

-¿Es muy apresurado verse como candidatos a un podio olímpico?

-Hoy nosotros estamos terceros en el ranking, pero sabemos que somos un equipo que siempre la pelea, y todavía nuestro gran objetivo es clasificar para el oro. Hay cuatro equipos que ya saben que al oro entran con un mínimo esfuerzo. A Argentina, le cuesta partido a partido, y no es por una falsa humildad, sino una realidad. No queremos perder el foco. Trabajamos lo que haga falta, definición, recepción. Nos ponemos un objetivo para cada torneo. Para dar un pronóstico vamos a esperar más a mitad de año. Aunque obviamente que vamos en busca de una medalla: es el gran objetivo de este equipo y del staff que está trabajando.

-¿La agenda que apretás todo el partido tiene la clave de ese objetivo?

-¿Se ve la agenda? La tengo que esconder. La achiqué para que no se viera. Manejamos todo computarizado para el análisis y cortar los videos. Y hay un programa que armé para el seguimiento jugador por jugador de cada partido, como para ir sumando estadísticas. Y esa agendita es mi ayuda memoria, con cosas de los rivales y de nosotros mismos. Me gusta mucho la estadística, me baso mucho en números además de la parte humana. Durante los torneos mientras estamos cortando y editando videos voy cargando todo. Entonces veo por un lado las imágenes y por otro, los datos de cada jugador. En base a eso armamos el equipo partido a partido, según cada compromiso y cada desafío.