Los Gladiadores perdieron ante Brasil y mañana, ante Uruguay, definen la clasificación al Mundial

Los Gladiadores, seleccionado argentino masculino de handball, cayeron por 23-20 ante Brasil, en una de las semifinales del 17° Panamericano que se disputa en el Estadio del Bicentenario de Tecnópolis. Mañana, a las 16.30 (TyC Sports), deberá buscar un triunfo en el partido por el tercer puesto ante Uruguay para lograr la última plaza del Mundial, que se llevará a cabo en enero próximo en Francia. En la otra semifinal, los chilenos vencieron a Uruguay por 31-24 jugarán la final ante los brasileños.

El equipo conducido por Eduardo Gallardo, no pudo contar en este certamen con su ancho de espadas, el central Diego Simonet, quién se rompió los ligamentos cruzados de la rodilla derecha jugando para su equipo, Montpellier, mientras que su hermano Sebastián se lesionó el hombro derecho al iniciarse el segundo tiempo del duelo ante los brasileños. Le harán una resonancia para saber la gravedad de la lesión.

"Este partido pensábamos que lo íbamos a jugar mañana; quieras o no, eso juega en la cabeza", dijo Federico Pizarro, apesadumbrado, después de la derrota ante Brasil. "Ahora hay que descansar y mañana volver a jugar una final", añadió. La Argentina cayó sorpresivamente ante Groenlandia 25-23 en la fase de grupos, y a pesar de que venció a Chile 22-21, terminó segundo. Por eso, en semifinales, se enfrentó a Brasil, un duelo que se esperaba para la final. "Contra Groenlandia no pensamos que lo podíamos perder; realmente jugamos muy mal, lo terminamos perdiendo y hoy lo estamos pagando", afirmó el extremo derecho de la selección.

Ante la consulta sobre qué debería corregir el equipo, Pizarro fue claro: "Nos tenemos que llevar la sensación de que hay que ser más consistentes en todos los partidos, porque si no lo podemos pasar mal como lo pasamos mal con Groenlandia; no supimos mantener un nivel de juego constante, en los lanzamientos tampoco, y hoy es una clara muestra de lo que terminamos pagando".

Eduardo "Dady" Gallardo, entrenador de los Gladiadores, habló sobre como revertir el estado anímico para conseguir la clasificación mañana: "Es fundamental bajar y tranquilizarnos, y buscar el objetivo primero que era clasificar al Mundial". Y agregó: "Después tenemos mucho tiempo para trabajar. Acá venimos con tres días de entrenamiento, nada más. Muchos jugadores vinieron de afuera y no es tan fácil poner fino a un equipo", explicó. Gallardo confesó que entre Chile y Uruguay, prefería jugar ante los charrúas, y así será finalmente.

Ante la consulta de canchallena.com, sobre si este certamen funcionaba como un aprendizaje para jugar sin el Chino Simonet, Gallardo respondió: "Sin duda, todo es un aprendizaje. Es parte del fortalecimiento de un equipo y de un grupo. Es un año complejo, con Juego Olímpico, este torneo acá, va a servir para mejorar lo que viene", expresó.

Mañana, la Argentina se jugará la clasificación al Mundial de Francia. La última vez que no participó en un certamen ecuménico fue en Islandia 1995.

Un tetracampeonato que no podrá ser

Los argentinos, que llevan ganados seis títulos en el máximo certamen continental y defendían el tricampeonato ganado en Santiago de Chile 2010, Buenos Aires 2012 y Canelones 2014, habían exhibido un rendimiento de mayor a menor y terminaron sufriendo para pasar de ronda como escolta de los chilenos en el Grupo A.

Las victorias ante Guatemala (37-12), México (37-13) y Canadá (42-17) entusiasmaron y hacían preveer un camino sencillo a las semifinales, pero la sorpresiva derrota ante Groenlandia (25-23), que puso en jaque los sueños mundialistas, obligó a tener que ganarle a Chile, victoria que solo se pudo consumar a solo trece segundos del final del partido. De esta manera Brasil, logró sacarse la espina clavada de ser subcampeón en los últimos tres Panamericanos, y ratificó su invicto que registraba victorias en la fase de grupos ante Paraguay (54-14), Puerto Rico (38-24), Colombia (42-10), Estados Unidos (40-15) y Uruguay (40-15).