Las Leonas golearon a Estados Unidos y ya tienen el pasaje para los Juegos de Rio 2016

VALENCIA.- "Los buenos equipos acaban por ser grandes equipos cuando sus integrantes confían los unos a los otros lo suficiente para renunciar al «Yo» por el «Nosotros»." El lema se expone en la concentración de las Leonas, en Valencia, para recordar el renovado espíritu de este seleccionado. En esa misma lámina figuran los apodos de las 18 del plantel, con dos características que describen a cada jugadora. Por ejemplo, en esos casilleros se lee: #Maca 5 positiva-guerrera (por Macarena Rodríguez), #Carli 11 agresiva-constante (por Carla Rebecchi), #Noe 27 auténtica-precisa (por Noel Barrionuevo) o #Rochi 17 alegre-creativa (por Rocío Sánchez Moccia). Así, con cada una.

No es fortuito este cartel escrito con marcadores de distintos colores, sino que fija una fuerte declaración de principios en esta difícil era post Luciana Aymar. Más que nunca durante la transición, las Leonas deben conformar un combo de esfuerzo-talento y dejar de lado cualquier desliz de individualidad o de lucimientos personales. Sin la Maga, es la hora de arremangarse, de convertirse en un ejército de hormigas laboriosas para hacerles frente, unidas, a todos los desafíos. No hay alternativa.

Ese rasgo colectivo se vio muy claramente hoy, en la goleada por 3 a 0 a Estados Unidos, que le dio al equipo la clasificación para las semifinales de la ronda 3 de la World League y, a la vez, aseguró un pasaje a los Juegos Olímpicos de Río 2016, más allá de que todavía no se haya hecho oficial. No peligrará el ticket para la cita olímpica, por más que el conjunto de Santiago Capurro pierda el sábado ante China. La otra semifinal la animarán Gran Bretaña, que superó 2-0 a Sudáfrica, y Alemania, vencedor de España 3-2 en los penales australianos, luego de igualar 1-1 en el tiempo reglamentario.

La búsqueda de las jugadoras, desde el momento en que pisaron Valencia, fue dejar a un costado el trauma de no contar más con Aymar, respaldo ante cualquier contingencia y la rueda de auxilio que absorbía toda la presión. Hay un deseo de seguir siendo como equipo, de no descarrilar, luego de tanta gloria acumulada entre los Juegos de Sydney 2000 y el Champions Trophy de Mendoza 2014. Allí está la referencia negativa de Australia, que pasó de ser una superpotencia a un conjunto decadente que arañó quintos puestos hasta hace algunos años.

El show debe seguir, según el concepto de las Leonas. Las nuevas camadas ya asumen responsabilidades para mantener viva la vigencia del seleccionado entre los tres primeros puestos del ranking, además de no bajar del 4° lugar en cualquier torneo FIH desde 1998. A falta de Lucha, una de las abanderadas es Carla Rebecchi, que desde hace rato es una jugadora importante, pero nunca tanto como ahora: "Intento transmitir desde el ejemplo la entrega y la actitud para entrenarse y jugar, la profesionalidad, lo que significa formar parte de este equipo. También busco motivar", señala a LA NACIÓN la delantera, autora de dos goles hoy (uno de córner y otro de revés cruzado), que reconoce lidiar con una molestia crónica en la rodilla izquierda: "Es un dolor distinto al de siempre, es más fuerte. Me duele bastante, pero siempre quiero estar en la cancha, como sea".

El tercer gol ante las norteamericanas lo anotó Noel Barrionuevo, reconvertida en zaguera central tras la renuncia de Silvina D'Elía. Todas deben adaptarse a los nuevos tiempos, si es que quieren trascender en esta época sin el brillo de las pilares retiradas. Es un tema de autoestima colectiva y de convicción en fortalezas propias, como menciona Delfina Merino: "El que quiera creer, que crea. Y el que no, su razón tendrá... ¡Yo creo en este equipo!".

Con el camino hacia Río de Janeiro allanado, las chicas pretenden ahora alzarse con el título de la World League. Mientras tanto, siguen construyendo una mística con otra impronta. No abundarán dribblings mágicos, pero sí una filosofía espartana para luchar contra todo.

Santiago Capurro -

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