Irak en el Mundial Sub 20: derrotas, descontrol en el hotel y hasta la simpatía del público... por un rival africano

LA PLATA.– Hace apenas algunas semanas, la selección sub 20 de Irak llegó a la Argentina con grandes expectativas. Para afrontar el Mundial con la ilusión de dar la sorpresa, en un grupo también integrado por Uruguay, Inglaterra y Túnez. Su último antecedente en un torneo de esta envergadura avalaba esa esperanza: el equipo finalizó cuarto en Turquía 2013. Sin embargo, en su arribo a Sudamérica se topó con una realidad completamente diferente tanto en la cancha como afuera. Dos partidos, siete goles ajenos y prácticamente un pie arriba del avión para regresar a Asia, luego de apenas cinco días de competencia. ¿Entre medio? Conflictos legales, por un presunto abuso de uno de los integrantes del plantel a una empleada del hotel en el que se aloja la delegación, entre muchas otras cosas.

El equipo dirigido por Emad Mohammed Ridha Al Easeri se clasificó prta la Copa del Mundo al finalizar en el segundo lugar en la Copa Asiática Sub 20. En aquel certamen perdió la final por la mínima diferencia frente al local, Uzbekistán, integrante de la zona de la selección argentina en el Mundial. De la mano de grandes proyectos, como Roman Doulashi y Alexander Aoraha, de Schalke 04 y Queens Park Rangers, respectivamente, el cuadro iraquí dejó en el camino a potencias del continente, como Irán y Japón.

Desembarcó en el país como uno de los mejores seleccionados de Asia. Pero en sus primeras presentaciones dejó mucho que desear. En el debut fue goleado con un 4 a 0 por Uruguay, que poco tuvo que esforzarse. La chance de redimirse aparecía este jueves en La Plata, contra Túnez. El rendimiento nuevamente no fue el esperado. Perdió por 3 a 0 y se hunde en la tabla de posiciones: es el único conjunto del grupo que aún no sumó.

Las dos o tres banderas iraquíes que flameaban en la fría y lluviosa tarde platense pasaron casi inadvertidas entre los 8021 espectadores que presenciaron el partido en el estadio Único Diego Armando Maradona. Incluso el público, en su mayoría argentino, optó por estimular a Túnez. Algunos espectadores, por diversión, y otros, por gusto futbolístico. “Ole... Ole...” se escuchaba en las tribunas cada vez que el conjunto africano hacía cinco o seis pases consecutivos. Y los futbolistas tunecinos, agradecidos, pedían constantemente el aliento, más allá de que había pocos compatriotas en el estadio.

Compacto de Túnez 3 vs. Irak 0

En contrapartida, el combinado asiático se mostró inferior. Su idea de juego le permitió tener la posesión de la pelota durante la mayor parte del encuentro, pero Irak no supo aprovecharla a pesar de jugar con un futbolista más durante los últimos 25 minutos, por la expulsión a Rayan Nasraoui, que había ingresado tras el descanso en reemplazo a Béchir Yacoub. Los goles de Chaïm El Djebali, Youssef Snana y Mahmoud Ghorbel hicieron que lo que parecía un viaje de ensueño, con la participación en una Copa del Mundo luego de 10 años de ausencia, terminara siendo una experiencia cuanto menos olvidable.

El seleccionado de Medio Oriente se despedirá de la Argentina por la puerta de atrás. Sin nada destacable en el plano futbolístico y con inconductas graves en su día por día en la capital bonaerense: antes del campeonato salió a la luz una serie de acusaciones al plantel por supuesta indisciplina en el hotel que ocupa. Según un documento oficial, las inconductas abarcaron desde “deambular” por los pasillos en ropa interior hasta un abuso sexual a una empleada, que optó por no denunciar el acto y pidió que se reservara su identidad. Sin embargo, LA NACION confirmó la apertura de una investigación judicial a cargo del fiscal Álvaro Garganta.

Un plantel sin estrellas. Poco competitivo y, peor aun, conflictivo. Le quedó grande el Mundial Sub 20. El próximo domingo, también en La Plata, afrontará su último compromiso en el certamen, frente a Inglaterra, que se aseguró quedar entre los 16 mejores con el 3-2 a Uruguay de este jueves. Los objetivos son conseguir aunque sea un gol, mejorar el rendimiento y mostrar un cambio de actitud en la cancha y fuera de ella, para pasar página rápidamente luego de una visita muy negativa a la Argentina. Los pocos hinchas que recorrieron casi 14.000 kilómetros para acompañar al equipo merecen volver con otra imagen de su seleccionado.

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