Buenos Aires 2018: la Villa Olímpica, una miniciudad de deportistas, ya vive los Juegos
Desde lejos, se vislumbran las banderas de los 206 países en los edificios que configuran la Villa Olímpica. Se llenará con 4012 atletas de entre 14 y 18 años, que ya comenzaron a llegar a estos departamentos que fueron construidos donde antes funcionaba el Parque de la Ciudad. Entre ellos, los 141 deportistas argentinos que intervendrán en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 . En el ingreso en la Villa Olímpica, las chicas y chicos ya se sorprenden con la zona internacional que antecede al ingreso a las viviendas. Es que allí se vive una verdadera fiesta. Para el susto de más de un entrenador y preparador físico que vela por el cuidado físico de sus atletas, algunos acróbatas improvisan maniobras e intentan transmitírselas a los adolescentes. Otros jóvenes se trenzan en un súper metegol tres veces más extenso que los tradicionales y otras se animan a un partido de ping pong en una pequeña mesa con red. Se escuchan risas, bromas y gritos. Desde ya que no falta la clásica canchita de fútbol con mini arcos, donde enseguida se arman los equipos. El fútbol tenis es otra las estrellas de la zona internacional.
En ese contexto, desembarcó la delegación argentina que ayer fue bienvenida por el presidente de la Nación, Mauricio Macri y el titular del Comité Olímpico Argentino (COA), Gerardo Werthein . Macri aterrizó con el helicóptero presidencial en el Parque Olímpico que se levantó enfrente y luego cruzó para encontrarse con los jóvenes deportistas. También estuvieron presentes Horacio Rodríguez Larreta , jefe de Gobierno porteño, Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad de Buenos Aires, entre otras autoridades y funcionarios.
"Es una emoción enorme ver a los chicos que llegan a la Villa", manifestó el presidente a los adolescentes que lo escoltaban en el escenario de la zona internacional. Macri recordó el momento en el que Buenos Aires fue elegida como sede de los Juegos, cinco años atrás, el 4 de julio de 2013. Por entonces, él era el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y estuvo acompañado por Werthein y por Claudio Morresi, por entonces secretario de Deporte de la Nación del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. "Esto es un equipo", insistió Werthein antes de pasarle el micrófono al presidente, quien a su vez destacó "el empuje para la zona Sur" que significará la construcción de la Villa Olímpica y el Parque Olímpico, como un polo deportivo de la ciudad.
Desde el centro de la zona internacional, se distinguen las banderas albicelestes que despliegan en el edificio donde se aloja la delegación argentina. Se trata de la primera experiencia en una Villa Olímpica para los jóvenes argentinos y sus sentidos se disparan para todos lados. Justamente, lo primero que sorprendió a la windsurfista Celina Saubidet Birkner fueron la enorme diversidad de banderas en los edificios. "Es muy lindo todo y la cantidad de gente que hay de otros países…", expresa Celina en diálogo con LA NACION. Iñaki Mazza, que competirá en BMX Freestyle junto a su compañera Agustina Roth, todavía no sale de su asombro. "Está buenísimo. No sabía de la existencia de esto", dice Iñaki con una sonrisa que se agranda con cada frase que añade. "Es una mini ciudad de deportistas", acota Agustina. La selección de rugby en su modalidad Seven también se entusiasma con lo que empiezan a vivir en los Juegos. "Es espectacular esto y están muy buenos los cuartos", señala Matteo Graziano. "Hay muchas actividades por hacer", agrega su compañero de equipo Marcos Moneta, en referencia a los divertimentos de la zona internacional.
De a poco los deportistas vuelven a la Villa Olímpica, y de fondo, el canto de un feliz cumpleaños irrumpe la escena. La agasajada es Fernanda Russo, quien, con solo 19 años, es la embajadora cultural del Comité Olímpico Internacional (COI) para la delegación argentina. Es decir, asiste a los atletas en charlas sobre doping y otras actividades que ayudan en la formación de los adolescentes.
Fernanda no llega a los 20 años pero su camino ya es frondoso. En 2014, con sólo 14, participó en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Nanjing. A los 15 fue medalla de plata en tiro (rifle de aire 10 metros) en los Juegos Panamericanos de Toronto, donde competía contra mayores. Y con 16 años, participó de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro. Este año creció aún más: se mudó sola a Buenos Aires y empezó a estudiar bioingeniería en el ITBA (Instituto Tecnológico Buenos Aires). En el Mundial de tiro junior de Corea del Sur que se disputó en el mes pasado, después de un año de altibajos, finalizó en el quinto puesto.
Con sus apuntes de química, física y matemática a cuestas, Fernanda anda para todos lados. La vida pasó como un rayo y Nanjing ya le quedó lejos pero a su vez lo siente muy cercano. "Por eso es tan fuerte para mí todo esto. Me veo a mí en muchos de ellos", dice con un buen humor a prueba de todo. A su vez, y a pesar de que no competirá en estos Juegos porque ya es mayor de 18, Fernanda llegó a la Villa con su equipo porque a fin de mes competirá en el Panamericano de México. La joven tiradora que formó parte de un primer pelotón de atletas adolescentes que apoyó el Enard es el faro que ilumina a los adolescentes que por estas horas inundan de entusiasmo la Villa Olímpica.
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