Lilita, Angelici y el freno de un hijo de campeón mundial

Cuando la debilidad es evidente y el caos palpable, el manual indica que lo mejor es hacerse fuerte, inflar el pecho y al menos simular que se es el rey de la selva. Es lo que le está pasando a la AFA, vapuleada por muchos aspirantes a Tarzán. Por diferentes razones, todos se le animan, todos la amenazan: la televisión, los futbolistas y la FIFA. Amenazó también durante más de un año el gobierno, que ayer se permitió relajarse un rato: los muchachos de Viamonte aceptaron que lo gratis no existe y cancelar formalmente el Fútbol Para Todos (FPT). Equivale a ponerse unos pantalones largos en los que deberían sentirse cómodos ya desde hoy, porque a una AFA que mejora, aunque aún no se note, se le viene una tormenta de las grandes.

Había que estar el jueves por la tarde en un ascensor de Retiro que reunía a tiburones de los negocios, un grupo de grandes ejecutivos, abogados y asesores de Fox/Turner, ESPN y Mediapro. Las miradas brillaron cuando uno lanzó la pregunta: "¿Y si nos vamos todos?". Están hartos de la AFA, dicen que les mueve el arco permanentemente y que así no es posible hacer negocios. Por eso Fox/Turner dijo anoche en voz alta que analiza bajarse, que es exactamente lo mismo que piensan las otras dos empresas. Amenazas que no deberían concretarse, forman parte de otro manual, el de la negociación.

Diferente es lo de Futbolistas Argentinos Agremiados, que lanzó un paro. Si hasta el Carnaval conspira contra el fútbol y los clubes, urgidos de unos millones que seguirán en el aire durante los feriados del lunes y martes.

Y la tercera amenaza: Claudio "Chiqui" Tapia dedicó el viernes varios minutos a abrazarse con sus colegas. Comprensible, porque tiene muy buenas posibilidades de convertirse en el próximo presidente de la AFA. Momento, convendría moderar tanta euforia, dio a entender con impecables modales y dicción Jair Bertoni, representante de la FIFA: olvídense de que sea el Colegio Público de Abogados el que se encargue de los chequeos de integridad de los candidatos a integrar la nueva AFA, olvídense de ese colegio del que Daniel Angelici es vicepresidente. No, eso lo tiene que hacer la Conmebol.

Curioso momento del presidente de Boca, arrinconado en la política nacional por Elisa Carrió y frenado ahora en el fútbol por el hijo de Daniel Bertoni, ese campeón mundial que quiso arreglar la AFA y se quedó afuera en el último minuto.