Río 2016: asaltaron a mano armada a Ryan Lochte y otros tres nadadores olímpicos después de una fiesta

RIO DE JANEIRO.- El asalto a mano armada de cuatro atletas estadounidenses volvió a poner hoy en duda la seguridad en Río de Janeiro durante los Juegos Olímpicos.

Ryan Lochte, ganador de seis medallas de oro, y tres de sus compañeros de equipo, Gunnar Bentz, Jack Conger y Jimmy Feigen fueron abordados esta madrugada por hombres vestidos como policías mientras los deportistas regresaban en taxi de una fiesta en el barrio de Jardim Botanico a la Villa de los Atletas, en Barra de Tijuca.

“Su taxi fue detenido por individuos que se hicieron pasar por agentes de policía armados y exigieron el dinero y otras pertenencias personales de los atletas. Los cuatro deportistas están bien y están cooperando con las autoridades”, confirmó el vocero del comité olímpico de Estados Unidos, Patrick Sandusky, luego de que el comité organizador de Río 2016 había calificado como “falsas” las informaciones que empezaron a surgir más temprano.

Los deportistas contaron luego que habían participado de una fiesta en el Club France, la casa montada por Francia para divulgar su deporte, comida y cultura, y al salir tomaron un taxi regular para regresar a la villa olímpica. Su trayecto fue bloqueado por unos hombres que afirmaron ser policías y obligaron al auto a parar.

“Nos mostraron un carné de policía, nos apuntaron y dijeron que debíamos tirarnos al piso. Yo me negué porque pensé que no habíamos hecho nada malo y fue ahí que me apuntaron a la cabeza. Amenazaron con disparar, así que levanté las manos. Se llevaron dinero y bolsos, pero nos dejaron los celulares y los documentos”, contó Lochte al canal de televisión estadounidense NBC.

No ha sido el único episodio de inseguridad que ha salpicado los Juegos de Río. La semana pasada, un colectivo de prensa que transportaba a periodistas entre el Complejo Olímpico de Deodoro y el Parque Olímpico de Barra fue apedreado al final de la tarde; al principio se pensó que habían sido disparos, pero luego la policía afirmó que se trató de piedras.

Sin embargo, en dos ocasiones ya, aparecieron balas perdidas en el complejo de Deodoro. Una fue disparada desde cerca de la instalación olímpica y perforó la carpa del centro de prensa; la otra fue hallada intacta cerca de los establos del centro hípico. Pero el hecho de violencia más grave ocurrió el 11 de agosto, cuando tres agentes de la Fuerza Nacional de Seguridad –cuerpo de élite enviado para resguardar las arenas y estadios deportivos así como sitios estratégicos de la ciudad- fueron emboscados por un grupo de narcotraficantes en el complejo de favelas de Maré, muy cerca del aeropuerto internacional Tom Jobim. Uno de los efectivos recibió un balazo en la cabeza y falleció al día siguiente.