NCAA. Del escándalo a la gloria: Baylor Bears, campeón del básquet universitario de los Estados Unidos

La NCAA (National Collegiate Athletic Association) sumó un nuevo campeón a sus registros: los Bears, de la Universidad Baylor de Waco, Texas, derrotaron a Gonzaga Bulldogs por 86 -70 y obtuvieron su primera conquista en el básquetbol universitario de los Estados Unidos.

El equipo texano se quedó con el triunfo con mayor diferencia en una final en toda la historia, pero lo más saliente de este campeón nacional es que a principios de los 2000 estuvo a punto de desaparecer debido a varios escándalos: un homicidio entre compañeros, uso de drogas entre jugadores y hasta pagos indebidos a basquetbolistas por parte del cuerpo técnico.

Asesinato y escándalo

El título de Baylors Bears no será sólo recordado por ser el primero, por haber logrado la mayor diferencia en la final y por haberle quitado la posibilidad a su rival de consagrarse como campeón invicto. Lo más saliente de todo está en la impensada reconstrucción de este equipo que fue investigado y sancionado por numerosas infracciones. Todo comenzó en el año 2003. El primer golpe fue el asesinato de Patrick Dennehy por parte de uno de sus compañeros, Carlton Dotson, quien años más tarde se declaró culpable del homicidio y fue sentenciado a 35 años de prisión.

Dotson le disparó varias veces en la cabeza a Dennehy y arrojó su cuerpo en un pozo, en una zona deshabitada de Waco. La sorpresa fue mayúscula para le gente de la universidad que no estaba en las internas del equipo. Eran amigos muy cercanos y nadie podía entender lo ocurrido. Más tarde se demostró que tenían serias diferencias desde hacía casi un año. Y que luego de peleas y amenazas, se habían comprado armas para defenderse ante posibles ataques. ¿Qué podía ser tan grave entre alumnos universitarios en un programa deportivo?

En un primer momento los exámenes psiquiátricos a Dotson indicaron que sufría alucinaciones y delirio. Algunos de sus amigos declararon que solía decir que era Jesús. Sin embargo, luego de dos años de internación psiquiátrica, reconoció ser el autor del hecho. Intentó retractarse más tarde, pero la justicia le impidió la defensa por su declaración de culpabilidad. Hoy cumple una condena de 35 años de prisión en la unidad John B. Connally de Texas.

Como consecuencia del homicidio, la policía comenzó una investigación que destapó una serie de hechos impensados. Venta y utilización de drogas, cargos por corrupción, sobornos...

En agosto de 2003, la NCAA puso foco en el control del programa de baloncesto masculino de Baylor. Dennehy no contaba con una beca para jugar con el equipo. Encontraron que Dave Bliss, por entonces el entrenador del equipo, pagó su matrícula y la de otro jugador, algo prohibido.

Antes de ser encontrado culpable, Bliss declaró que el fallecido pagaba su matrícula vendiendo drogas. Buscaba librarse así de los cargos por pagarle a jugadores amateurs. Durante el mismo mes, hubo denuncias sobre el abuso generalizado de marihuana y alcohol entre los jugadores, algo que -según las acusaciones- fue ignorado por el director técnico.

Bliss terminó siendo despedido. La pesquisa detectó que el staff también pagó la matrícula de otro jugador en otra escuela, buscando que luego se transfiriera a Baylor. Todo se sumaba y parecía que la NCAA iba a usar su “Pena de Muerte”, la sanción máxima que implica el eliminar un determinado programa deportivo, en este caso el básquetbol masculino, de la Universidad. Sin embargo, hubo sanciones para Baylor Bears: el equipo quedó un año sin poder jugar en la postemporada, estuvo en periodo de prueba dos años, redujeron la cantidad de becas por dos temporadas y le recortaron presupuestos de reclutamiento.

Años después, la universidad volvió a verse involucrada en un escándalo por la denuncia contra varios jugadores del el equipo de fútbol americano, acusados de agresión sexual.

El coach Bliss fue suspendido por diez años de la NCAA y se desempeñó como entrenador en colegios secundarios. Su último trabajo fue en Calvary Chapel Christian School, una escuela de Las Vegas, en 2018. Hoy está desempleado. El programa de básquetbol masculino logró sobrevivir entre polémica. El entrenador Scott Drew asumió en 2003 y casi 18 años después de aquel trágico episodio pudo alcanzar la gloria. La mayor parte de su tiempo lo dedicó a restaurar la reputación de Baylor. El éxito deportivo, parece haberle dado un respiro.

El resumen del partido

Baylor no sólo fue un justo ganador de la definición, sino que lo hizo ante un rival que llegaba invicto en 31 encuentros... pero perdió el último. Desde el primer minuto de juego impuso su defensa vertiginosa sobre el rival a quien prácticamente no lo dejó pensar y lo obligó a cometer muchos errores incluso llegando a sacar 17 puntos de diferencia (45-28). A pesar de eso, en el primer tiempo los de Waco se fueron sólo 10 puntos arriba, 47-37.

En la segunda etapa, Gonzaga pudo haberse acercado un poco más en el marcador, pero los Bears no sintieron la presión. El equipo campeón de inmediato volvió a estirar la ventaja producto de haber continuado con la misma intensidad defensiva que llevaron a cabo durante todo el partido y con una gran efectividad (43,5% en triples y 44,8% en dobles).

De ese modo, Baylor se quedó con el partido por 86 -70 y le cortó el invicto a los Bulldogs. Además, es la primera vez que un equipo consigue quedarse con el título con una diferencia tan abultada. El resultado más cercano a los 16 puntos de esta final se dio en el año 1963 cuando Loyola Rambers, de Chicago, venció a Cincinnati por 15.

En el campeón, hubo varias figuras. Jared Butler sobresalió en la noche de Indianápolis con 22 puntos (4-9 en triples), siete asistencias y tres rebotes. Davion Mitchell también se lució con 15 unidades, seis rebotes y cinco asistencias. Estos dos basquetbolistas formarán parte del próximo Draft de la NBA y seguramente estén jugando en la mejor liga del mundo a partir de la próxima temporada. Macio Teague fue otro de los jugadores que se destacó con 19 tantos (8-15 en tiros de campo).