Lía Salvo, la mejor polista argentina, fue distinguida como 'personalidad destacada del deporte' por la Legislatura de Ciudad

Lía Salvo es la mejor polista argentina. Con el correr de los años demostró su habilidad, potencia y excelente juego dentro de las canchas, pero también su esfuerzo y convicción por popularizar este deporte (relacionado con los hombres) entre las mujeres. Por eso, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires la distinguió como "personalidad destacada del deporte", en la antesala al comienzo de la intensa temporada de polo en Buenos Aires.

La polista de 31 años, que se casó en febrero con el abogado Juan Manuel Rojas, nació en América, un pueblo ubicado a 500 kilómetros de Capital Federal. Allí, la deportista es una de las tres figuras destacadas junto a arquero Oscar Ustari y el jinete Fredy Gatica, con quienes comparte en la entrada del pueblo una gigantografía.

Salvo, una de las tres polistas a nivel mundial con 9 goles de hándicap, lidera una generación de jugadoras profesionales del polo. Jugó hasta los 15 con varones y más de una vez era vista como un bicho raro, pero nunca le dio importancia.

Disputa torneos internacionales por Estados Unidos, Europa y Asia y es la única que tiene contratos con sponsors: La Martina (indumentaria deportiva), Jaeger-LeCoultre (relojes), Kia (automotriz) y, recientemente, Escorihuela Gascon (vinos).

Este fin de semana fue reconocida por la Legislatura, un premio a su esfuerzo. Un cariño al alma. Pero ella lejos de hundirse en halagos, se ampara en su sonrisa y agradece. "Creo que es un premio demasiado grande. Es lindo, creo que es algo bueno para el polo femenino, que las mujeres tengan un lugar en el polo y nos divierte jugar. Nada más que agradecer, esto te da pilas para para seguir para adelante y hacer más para las chicas que vienen más abajo", describió tras su homenaje.

En 2016 Salvo hizo historia cuando se consagró campeona junto a La Dolfina-El Paso del 52° Abierto del Jockey Club de San Isidro. La polista fue convocada por Adolfo Cambiaso para integrar su equipo, y así convertirse en la primera mujer en disputar este torneo, en el que hasta se dio el gusto de anotar un gol en la final. En aquella ocasión, Salvo formó equipo junto a Cambiaso, Pablo Mac Donough y Juan Martín Nero, todos con 10 puntos de handicap.