Rally Dakar 2017: Federico Villagra, el sello argentino en los camiones, la gran atracción de la caravana
Finalizó cuarto con el camión Iveco; fiel a su estilo, priorizó competir a cumplir el recorrido
Los camiones mantienen el estándar de gran atracción de la caravana del Rally Dakar. La inmensidad de los gigantes sorprende en cada kilómetro recorrido. Y mientras tanto, en esta categoría dominada por los equipos rusos, holandeses y, en menor medida, los checos, en las últimas dos versiones apareció como denominador común un argentino que el año pasado consiguió un histórico tercer puesto y en 2017 resultó cuarto. El personaje es Federico Villagra, para quien los desafíos imposibles parecen no existir. El cordobés es un multifacético piloto de 47 años que, desde muy chiquito, fue buscando desafíos en el deporte de motor. Y fue cumpliéndolos hasta llegar a completar tres veces -la primera fue en la división autos- la competencia motriz de aventura más importante y riesgosa del mundo.
Vinimos a pelear, la idea no fue venir sólo a dar la vuelta
Con el Iveco Nº 502 afrontó el indómito recorrido que tuvo a Asunción, Paraguay, como punto de partida. Con los mendocinos Adrián Yacopini y Ricardo Torlaschi en reemplazo de Jorge Perez Companc y Andrés Memi, reestructuró la tripulación. "Cuando terminamos la carrera anterior, ellos me avisaron que no serían de la partida en 2017. Entonces, cuando viajé en marzo a Holanda y me confirmaron la participación busqué a otros dos fenómenos. En resumen, cambié dos amigos por otros dos", recordó Coyote en el campamento de Río Cuarto, luego de finalizar la penúltima etapa.
Con pocas jornadas de práctica arriba del camión, Yacopini y Torlaschi asumieron este nuevo reto de acompañar a Villagra. Juntos, en las exigentes dunas de la cuarta etapa (San Salvador de Jujuy-Tupiza), dieron una muestra del espíritu que caracteriza sobremanera al cordobés. La opción de camino alternativo, que implicaba menos demanda pero también una penalidad de entre 10 y 12 horas, condenaría a la tripulación argentina a no pelear por el podio... Villagra miró a sus compañeros y los arengó: "Vinimos a competir y no sólo a dar la vuelta, así que vamos por esas dunas a fondo".
Y así fue como Coyote peleó hasta el último día por la posibilidad de repetir el podio de 2016, pero concluyó cuarto, detrás de los rusos Eduard Nikolaev y Dmitry Sotnikov, representantes de Kamaz, y del legendario holandés Gerard De Rooy, compañero en el equipo Iveco.
"Creo que se cumplió. Casi todos los días nos ha ido bien, en un grupo espectacular. Nos llevamos como positivo haber peleado siempre por la punta y estar involucrados en la gran competencia. La hemos pasado muy bien: la navegación de Ricardo [Torlaschi] fue increíble y el trabajo del Chino [Yacopini] fue sensacional", sintetizó Villagra sobre la actuación argentina en camiones.
En Asunción, Villagra anticipó a La Nacion que su estrategia sería mantenerse en cada etapa entre los diez mejores, porque su experiencia le indicaba que para cumplir un objetivo en el Dakar no había que tener un resultado rutilante un día, sino lograr constancia y regularidad a lo largo de todo el recorrido.
"Pasar a liderar en Bolivia fue el mejor momento, porque nuestro buen trabajo se juntó con los problemas que acumulaban los Kamaz... Pero luego nos caímos al sexto puesto y afrontamos el instante más crítico del Dakar. Vinimos a pelear, la idea no fue venir sólo a dar la vuelta", enfatizó el cordobés.
La versatilidad de Villagra también tiene un ADN ganador, porque en su historia como motociclista sumó los títulos de campeón de motocross junior (1984), campeón argentino de supercross (1987, 1988, 1992 y 1996), campeón argentino de motocross (1992 y 1996), subcampeón latinoamericano de supercross (1993) y mejor latinoamericano en el Mundial de motociclismo en la categoría 125 cc (1994). Luego, en su paso a las competencias de autos, sumó los títulos de campeón sudamericano de rally en la división N4 (2001), campeón argentino de rally en la N4 (2002, 2003 y 2004) y campeón absoluto de Rally Argentino (2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012 y 2013).
Un piloto tan laureado y acostumbrado a los desafíos no se conformará con estas dos grandes actuaciones en el Dakar. Al bajarse del podio, frente al Automóvil Club Argentino, en Buenos Aires, comenzó a imaginar la nueva aventura, la de 2018. "Sería muy satisfactorio correr el año próximo... pero siempre y cuando sea en estas condiciones y sabiendo que no venimos a pasear o dar la vuelta, sino a competir y a dar el máximo", apuntó Villagra, que en las situaciones difíciles prefiere presentarle cara al duelo, ir siempre por más.ß
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