El último desafío de Tito, cual si fuera el Ballet de Bolshoi

Cuando Tito Vázquez dejó, a fines del año pasado, su cargo de director de Desarrollo en la Asociación Argentina de Tenis , necesitaba despejar su mente. Estaba fatigado, algo perturbado. Hizo un viaje con Nora, su pareja. Precisaba ver y escuchar el mar, quería tiempo para escribir, caminar y pensar.

El final de su vínculo con la AAT no había sido cómodo: su fuerte personalidad y, sobre todo, su apoyo público a Juan Martín del Potro , distanciado con gran parte de la Asociación, le generaron dolores de cabeza con los dirigentes. Alguna vez planificó "retirarse" del tenis a los 65 años, pero más allá de haber llegado a esa edad en enero y después de evaluar su futuro, resolvió embarcarse en el que él mismo describió como el último gran desafío con el tenis, "dure lo que dure". Después de 23 años sin dedicarse a la enseñanza "privada", entre sus distintas funciones en la AAT y la británica Lawn Tennis Association, el ex capitán argentino de Copa Davis se puso a la cabeza de un centro de alto rendimiento en el Parque Sarmiento, en la ciudad de Buenos Aires, un complejo recuperado y cuyo director es Omar Carminatti, ex preparador físico de boxeadores y de Gabriela Sabatini .

"Hora cero, volver a empezar. (...) He decidido implementar una metodología de entrenamiento. La exigencia va a ser máxima y de acuerdo con el Ballet de Bolshoi habrá lugar para los jugadores/as que realmente estén dispuestos a entrenar con el objetivo de dar lo mejor de sí mismos, sea para una beca en EE.UU. o para la inserción inmediata al tenis profesional", escribió Vázquez en su Facebook el 7 de febrero pasado. ¿Dónde está parado hoy? Pasional, auxiliado por un equipo con más entrenadores, preparadores físicos, médicos y hasta un matemático deportivo, trabajando en cuatro canchas de polvo de ladrillo construidas donde hace unos meses había carromatos abandonados del Circo Rodas. Y con un plus casi inusual en la ciudad: los courts son bajo techo, lo que representa una alternativa en días como los de ayer, con diluvios. Muchos profesionales ensayaron allí en este año.

"El tenis te mantiene alerta, cada día es una apuesta al destino y, como dijo Shakespeare: «El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos»", es una de las frases que Vázquez repite para describir su presente, donde tiene el apoyo de la AAT y de Francisco Irarrázaval, subsecretario de Deportes de la Ciudad. Tiene la cabeza ocupada, Tito, en la que será su última relación con el tenis, salvo que el futuro le proponga alguna función en la Davis, no necesariamente la capitanía. Pero ello ahora ni lo evalúa. En ese buffet con cuadros firmados por Borg, Lendl y Graf sólo se detiene unos minutos, pero para tomar impulso y seguir haciendo lo que lo palpita: enseñar y perfeccionar el tenis.