Roger Federer y su vida después del tenis: rompió en llanto durante un concierto del tenor italiano Andrea Bocelli en Zúrich

Desde que oficialmente se retiró del tenis, en septiembre de 2022, el suizo Roger Federer dejó un hueco imposible de llenar para sus fanáticos. Por ello, cada aparición pública del ganador de 20 trofeos de Grand Slam es celebrado y adquiere mucho protagonismo; mucho más si esas presentaciones tienen un carácter emocional. El lunes pasado, en el Hallenstadion, un espacio multiuso de Zúrich, el legendario tenor italiano Andrea Bocelli brindó un concierto emocionante y el gran Roger, amante de la música, vivió un momento sumamente especial que quedó registrado.

Bocelli, de 65 años, que fue diagnosticado con glaucoma congénita pero a los 12 perdió la vista por completo, impactó con su habitual repertorio. Pero sobre el final sorprendió al público invitando al escenario a Federer, el mejor deportista suizo de todos los tiempos, presentado por el artista como “una leyenda viviente”. El extenista de 42 años, con cierta timidez, recibió una ovación, caminó sobre el escenario, saludó a Bocelli y se quedó junto a él para escucharlo. El cantante interpretó “Nessun Dorma, el gran éxito de la ópera Turandot, de Giacomo Puccini.

Durante distintos momentos de su mágica carrera, Federer se dejó vencer por la emoción y las lágrimas, incluso frente al público. Sensible, esta vez, tampoco ocultó sus ojos humedecidos mientras Bocelli avanzaba con su maravilloso canto. Una ovación se derramó sobre el escenario cuando Bocelli terminó su obra. Roger, a su lado, lo saludó con mucho afecto. Habituado a grandes momentos, está claro que el helvético atesorará este en un lugar de privilegio.

En redes sociales, Bocelli le dedicó un cálido posteo a Federer: “Un mito dentro y fuera de la cancha. Un maestro cuyo control y destreza inspiran asombro, desafiando lo humanamente posible, con una lealtad y una sensibilidad que el mundo vislumbra tanto en las numerosas finales legendarias como en los numerosos esfuerzos humanitarios que lo ven triunfar regularmente”.

“Cuando me imagino a Roger Federer -continuó Bocelli-, me lo imagino ofreciendo un apretón de manos y una sonrisa sincera a su oponente después de un partido. Este intenso y auténtico gesto revela la grandeza de un héroe moderno, un brillante ejemplo para todos nosotros. Yo mismo tuve el privilegio de estrechar su mano en el escenario de Zúrich. Fue un verdadero honor dedicarle mi última canción, una de los himnos de la victoria más conocidos de la ópera. Fue un honor aún mayor estar a su lado y compartir la intensa emoción del momento antes de liberar la intensidad con un abrazo que él llevó en mi corazón desde aquella noche”.

Pescar, ver la Fórmula 1 en Miami, realizar acciones solidarias con su fundación, visitar el Madison Square Garden de Nueva York, ir a Disney con sus hijos y su mujer (Mirka), disfrutar de un show de Bruce Springsteen, participar de la promoción de la marca de zapatillas e indumentaria en la que es accionista, ser corista en un tema de Coldplay durante un show en vivo..., son sólo algunas actividades que Federer hizo durante este tiempo. Ahora se sumó una noche especial junto con Bocelli.

El canto de Bocelli que emocionó a Federer

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