UPCN-Bolívar: una final donde el factor mental se torna clave

BOLIVAR.- Las hegemonías se construyen a diario y en cada disputa de fuerza. Esa fue la moraleja que resignificó UPCN de San Juan, actual tetracampeón del voleibol argentino, que en la noche del viernes perdió 3-1 en su visita a Bolívar, en un resultado que dejó la serie final de la Liga todavía 2-1 en favor de los sanjuaninos, pero con una perspectiva de futuro más incierta y donde todo escenario es posible.

Esta noche, desde las 21:30 nuevamente en el estadio República de Venezuela, volverán a encontrarse para disputar la cuarta final, que tendrá al anfitrión pugnando por extender la definición a un quinto y decisivo duelo, y a un visitante buscando un desenlace anticipado con una nueva vuelta olímpica.

Luego de las dos victorias de local en la capital cuyana, UPCN viajó a Bolívar con la sensación de poder festejar su pentacampeonato local y culminar una temporada de gloria que incluyó además el título sudamericano y la conquista de la Copa Master. Sin embargo la resistencia fue firme y el conjunto dirigido por Javier Weber se impuso con autoridad por 3-1 (25-21 y 28-26, 19-25 y 25-19) en una hora y 48 minutos de juego.

"Los detalles son fundamentales y definen este nivel de partidos. A nivel confianza esta victoria nos deja bien parados, y a nivel de juego es exactamente lo mismo. Ellos están acostumbrados a jugar finales y partidos largos. Para nosotros jugar y ganar en casa con nuestra gente, con la chance de llegar al quinto, nos deja bien parados", dijo Weber tras el triunfo de Bolívar.

"En este tipo de partidos y contra estos rivales hay que ser regulares y en esta tercera final no lo conseguimos. Queríamos ganar y no se pudo, pero todavía estamos 2-1 y podemos ganar la Liga el domingo", replicó el capitán de UPCN, Demián González.

El factor mental y su dupla infalible, el componente anímico, serán dos elementos primordiales a partir de ahora en este nuevo panorama de final que se abrió en una serie con dos planteles muy parejos y con jugadores de gran nivel.

Los potentes brasileños Raphael y Junior, junto con el perfeccionista cubano Yadier Sánchez son las piezas extranjeras que se combinan a la perfección con el certero líbero Alexis González, y los aportes del punta Nicolás Bruno, el central Pablo Crer y el armador Axel Jacobsen en el Bolívar de Weber.

Enfrente la potencia del opuesto búlgaro Nikolay Uchikov, más los aportes del alemán Marucs Popp y el brasileño Ualas se articulan con el armado preciso de Demián González, el empuje de Javier Filardi y las contribuciones del central Martín Ramos y del líbero Sebastián Garrocq en el UPCN de Fabián Armoa.

Si a esto sumamos dos bancos de relevos de primer nivel, está garantizado que este clásico moderno del voleibol argentino seguirá brindando un nivel excelente y varias cuotas de emoción.

En este punto, entonces es necesario señalar casi como en un intento de desnaturalizar lo que parece común en el deporte argentino, que el voleibol no necesita la construcción de esta antinomia desde la violencia, la agresividad o el insulto.

Tanto en San Juan como el viernes por la noche en Bolívar las hostilidades estuvieron a la orden del día, en un ambiente que precisa de esta rivalidad para potenciar la Liga, pero desde un espacio más sano, en una competencia que el año próximo cumplirá 20 años de vida.

El voleibol transita la hegemonía de UPCN, así como en la década pasada Bolívar fue el absoluto monarca. En estas finales, por lo tanto, además de ponerse en juego el título de campeón se disputa la continuidad de una era o la restitución de un antiguo régimen.