La principal empresa láctea se convirtió en la primera del negocio en tener un sello de bienestar animal
Mastellone Hermanos certificó un sistema siguiendo normas de IRAM; su vínculo con los tamberos
LA NACION
Una empresa láctea argentina se convirtió en la primera del país y de la región en contar con un sello de bienestar animal otorgado por el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) bajo las normas ISO. Se trata de La Serenísima, de Mastellone Hermanos. Con esta certificación busca validar que la compañía impulsa una actividad en la que los animales son tratados con respeto, cuidado y de acuerdo con las normas éticas y de bienestar.
“El compromiso animal para nosotros no es nuevo. Siempre La Serenísima, a través de sus 93 años, estuvo muy cerca del productor para tratar de que los animales sean cuidados con respeto, de acuerdo a las normas éticas y al bienestar existente. Entendemos que las vacas bien cuidadas nos dan la mejor leche y, sobre todo, ampliando el concepto de calidad”, explicó Luis Demicheli gerente de Sistemas de Gestión y Sustentabilidad de la empresa.
“En diciembre hicimos un análisis de lo que había normativamente para poder armar nuestro sistema de gestión y encontramos una especificación técnica de ISO del 2016 que tiene su adopción en las normas IRAM en 2018, porque se adaptan al lenguaje del país”, dijo.
Según precisó, la compañía tomó como referencia a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), que considera que un animal se encuentra en un estado satisfactorio de bienestar cuando está sano, confortable y bien alimentado, puede expresar su comportamiento innato y no sufre dolor, miedo o estrés.
Basándose en esos criterios y en las cinco libertades que guían el bienestar animal, que son “libre de hambre y sed”, “libre de incomodidad física”, “libre de miedo y ansiedad”, “libre de dolor y enfermedad” y “libre para expresar su comportamiento natural”, elaboraron un protocolo de evaluación y con eso relevaron a sus proveedores.
En rigor, la leche que utiliza la firma para elaborar productos depende de aproximadamente de 200.000 vacas adultas y 300.000 animales de otras categorías que se encuentran distribuidas en aproximadamente 600 establecimientos remitentes ubicados en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa, San Luis y Río Negro.
Para hacer el relevamiento, la firma incorporó un área responsable y especializada que llevó adelante la tarea de control. Asimismo, detallaron que también hubo capacitaciones y jornadas de actualización para productores en distintos puntos del país.
Según indicaron, hubo una buena receptividad. “Con esto la compañía está haciendo lo que tradicionalmente se conoce como desarrollo de proveedores en el cual se alienta a mejorar la calidad en general. La gran ventaja que tienen los productores es que están teniendo acompañamiento y asesoramiento sin costo y que les repercute en animales más sanos y mayor producción de leche”, explicaron.
En esta primera etapa de implementación, los consumidores ya podrán encontrar en las góndolas productos que incluyen en su envase el sello de bienestar animal otorgado por IRAM en todas las leches de la marca, tanto leches fluidas (fresca y larga vida) como leche en polvo. Luego se sumará a las categorías de quesos blandos (Cremón, Port Salut y Saint Paulin), cremas, mantecas y demás productos de la compañía.
“Logramos un hito, pero tenemos que darle una continuidad, sustentabilidad y mejora continua, por lo que hoy estamos en la etapa de lanzamiento y en la adecuación de los productos y también pensando como esto realimenta el sistema y podemos darle una mejora continua”, concluyó Demicheli.
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