Una bodega patagónica que exporta a más de doce destinos
La tierra, con una combinación química inusual, es la base que alimenta a los viñedos
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En el centro de la Patagonia argentina hay una bodega rodeada por la impresionante belleza de la región. Este lugar singular, situado en Valle Azul, entre General Roca y Choele Choel, es único para la producción de vinos, moldeados por las condiciones naturales extraordinarias que ofrece el suelo.
El terreno se ubica en Valle Azul, una pequeña localidad al norte de la provincia de Río Negro. Son apenas 5 kilómetros donde se forman ensenadas, esas mesetas rocosas que acompañan el curso del río. Es este suelo el que confiere a los vinos nacidos allí, de la Bodega Ribera del Cuarzo, atributos únicos.
La historia de esta bodega comenzó en 2001, cuando la condesa italiana Marone Cinzano descubrió esta tierra lejana, plantó un viñedo de cinco hectáreas al pie de la barda (un paisaje patagónico específico, una especie de acantilado o colina de un grano oscuro de roca volcánica, con abundante cuarzo, carbonato de calcio y calcáreo) y comenzó a producir vino al estilo de Borgoña.
“Cuando probé por primera vez la cosecha del 2008, supe que Marone Cinzano había encontrado un verdadero terruño. Durante diez años, exploré todos los demás lugares cercanos en la Patagonia donde se pudiera producir un sabor igual. Finalmente, concluí que las condiciones en Valle Azul eran perfectas”, dice Felipe Menéndez CEO de la Bodega Ribera del Cuarzo. En este lugar existe una combinación química esencial y poco usual, no solo para la Argentina sino para el mundo. Se encontraron cenizas, potasio volcánico y un elevado contenido de carbonato de calcio. A medida que todo esto se desgasta con el viento y se integra en el suelo, se transfieren sus cualidades a las uvas.
“Una extraordinaria coincidencia me unió con la Condesa y, tras diversas conversaciones, finalmente tomé las riendas del lugar. Luego, junto con la familia Catena, en particular con Adriana Catena, unimos fuerzas para crear Ribera del Cuarzo e invertimos en una operación más grande y mejor para producir un vino excepcional”, asegura.
Su carrera en el mundo del vino comenzó cuando, siendo muy joven, se unió a la bodega de Nicolás Catena Zapata y descubríó a su lado el fascinante mundo del vino. “Aprendí de él cada detalle sobre cómo cultivar las mejores uvas, cómo producir los mejores vinos y, sobre todo, cómo nunca renunciar en la búsqueda de la excelencia. Desde la distribución de vinos, el siguiente paso lógico para nuestra compañía fue encontrar un lugar único para crear una nueva bodega. Un lugar donde pudiéramos producir algo verdaderamente excepcional. Casi por una coincidencia mágica, las piezas del rompecabezas se juntaron”, cuenta.
Actualmente se está llevando a cabo la octava cosecha. Ya tienen plantadas 27 hectáreas de viñedos.
“Usar los métodos de trabajo tradicionales nos ayuda a mantener el contacto con la tierra, una conexión que nos define como agricultores. En la finca, también criamos caballos criollos, la raza argentina. Además de utilizar tractores y maquinaria que mejoran la eficiencia de ciertas tareas, trabajar con animales es una forma de respetar y cuidar la naturaleza en todas nuestras intervenciones, siempre apuntando hacia la producción del mejor sabor posible”, asegura.
“Pero -continúa- los caballos también son una forma de vida: vivir con caballos hace que las cosas se ralenticen, lo que nos permite tener perspectiva, conectarnos con la naturaleza, atravesar la vida de una manera más relajada y profunda”, explica.
El viñedo de nombre Araucana está plantado utilizando el tradicional método de alto cordón, con dos metros de espacio entre las filas y un metro entre cada planta, lo que resulta en una densidad de 5000 plantas por hectárea.
Actualmente, la mayoría son Malbec, pero también hay algunas vides de Petit Verdot, Merlot y Pinot Noir recientemente agregadas.
La bodega produce unas 180 mil botellas anuales y exporta a más de 12 mercados a un promedio de US$600 FOB su caja de 6 botellas , y ya tienen acuerdos cerrados con 12 mercado más. Entre los mercados a los que exportan están Estados Unidos, Brasil, España, Francia, China, Finlandia, Islandia, Perú, Uruguay, Panamá, Japón, Colombia, Corea del Sur, y Taiwan.