Poner en valor un paisaje resulta clave para promover estrategias de conservación ambiental, lo cual requiere ideas innovadoras, compromisos privados y políticas públicas que respalden las iniciativas. No se trata solo de fomentar la biodiversidad y la educación ambiental, sino también de difundir y alentar nuevas conductas de consumo responsable en la población.
En este sentido, es valioso el flamante lanzamiento del sello de acreditación Cultivo Amigo de las Aves (CAA), que propone Aves Argentinas para invitar a que las actividades agrícolas incorporen la conservación directa de la biodiversidad en el formato de hectáreas protegidas.
Surucua cola blancaDAMIAN LOZANO
Ese sello está siendo aplicado a la yerba mate en Misiones. La centenaria organización ambientalista impulsó un mecanismo de acreditación que contribuye a asegurar la conservación de hectáreas de selva en proporción directa con las de cultivadas. En este caso, el producto es originario del propio Bosque Atlántico, que ocupaba gran parte del Cono Sur y encuentra su frontera meridional en Misiones. El sello CAA promueve generar una compensación a la transformación de uso del suelo que supone la gran mayoría de las actividades agrícolas.
Por el momento, el trabajo se dirige principalmente a cultivos orgánicos en sus variantes a cielo abierto y bajo monte, en chacras que son regularmente visitadas por técnicos que, además de recorrer las plantaciones, monitorean la biodiversidad de los manchones de selva, con foco especial en las aves silvestres.
Arapeguá, una marca de la Cooperativa La Abundancia, que nuclea a productores que promueven cultivos en armonía con la naturaleza, orgánicos y con certificación libre de agroquímicos, fue la primera en sumarse.
La apuesta de Aves Argentinas y sus socios es incrementar la superficie de áreas productivas y de conservación acreditadas con el sello CAA, identificando, mapeando, relevando y monitoreando territorios. De esta forma, se respaldan la producción y el consumo responsables que permite a las empresas llegar a selectos mercados de la Argentina y del exterior .
Fomentar la elaboración de productos con la máxima calidad y trazabilidad y recompensar a marcas y empresas que se dedican a preservar o recuperar castigados ecosistemas debería ser una práctica cada día más extendida.
