Triple pesadilla para el chavismo

Tras 16 meses de complejas acciones judiciales, el empresario colombiano Alex Saab, testaferro del dictador Nicolás Maduro, enfrentó la primera audiencia judicial ante un tribunal de Miami luego de haber sido extraditado desde Cabo Verde. Pesan sobre él ocho acusaciones de lavado por 350 millones de dólares provenientes del narcotráfico y del desvío de ayuda extranjera para el programa alimentario que manejaba. Podría recibir hasta 20 años de cárcel.

El gobierno de Joe Biden envió un mensaje al régimen venezolano respecto de que el futuro de Saab está en los tribunales, fuera de cualquier negociación política, luego de que Maduro inventara su secuestro. Además de amenazar con juzgar en represalia a seis ejecutivos de Citgo Petroleum, la desesperación llevó a Maduro a interrumpir el diálogo con la oposición en la capital mexicana cuyo fin era lograr ayuda humanitaria para los venezolanos.

Detenido en Madrid luego de varias cirugías y dos años prófugo, Hugo Carvajal, exgeneral y exdirector de inteligencia de Venezuela de Chávez y de Maduro, reveló que, durante 15 años, el régimen chavista financió ilegalmente movimientos políticos de izquierda. El valor internacional del petróleo permitía el envío de decenas de millones de dólares. Entre esos beneficiarios de las remesas, citó a los gobiernos de Néstor Kirchner, Evo Morales, Lula Da Silva, Fernando Lugo y a Podemos, de España. La extradición de Carvajal a los Estados Unidos por tráfico de drogas y de armas cuando integraba el Cartel de los Soles se encuentra en estudio.

Como parte de la investigación sobre una presunta asociación ilícita comandada por Néstor y Cristina Kirchner, el juez federal Julián Ercolini envió un exhorto diplomático a la Justicia española pidiendo la declaración de Carvajal tras aquella afirmación sobre envíos millonarios de dinero a la Argentina para financiar las campañas kirchneristas.

Se suma también en estos días que la Justicia española autorizó la extradición de la extesorera y enfermera de Hugo Chávez Claudia Díaz Guillén, acusada de blanqueo de capitales y actividades criminales.

Estos tres personajes golpean el corazón del chavismo y amenazan con seguir destapando el gigantesco entramado de corrupción que anida en Venezuela y que involucra a gran parte de América Latina.

Es de esperar que la Justicia estadounidense avance en las investigaciones y determine la responsabilidad de un régimen que viola sistemáticamente los derechos de los venezolanos, condenándolos a la postración y a la miseria, mientras sus jerarcas amasan tan mal habidas como enormes fortunas, además de interferir intrusiva e ilegalmente en cuestiones internas de otros países.