Una justicia humana

Ávidos como estamos de buenas noticias, el cierre de 2023 trajo gratas novedades desde el sur de Córdoba. Confirmando que impartir justicia no necesariamente es un trámite duro y frío, el juez de Niñez Claudio Mazuqui volvió a hacer gala de su originalidad al entregar en mano una sentencia.

Chaleco refractario, gorra, maletín y una bicicleta decorada con globos de colores convirtieron en cartero al señor juez de Huinca Renancó. La familia cordobesa llegó al juzgado del departamento de General Roca luego de recibir una notificación. Ya en la puerta, vio aproximarse a todo pedal al falso cartero, quien les anunció que llevaba una excelente noticia para ellos, un paquete envuelto como regalo. De la manera más inesperada, la familia que hasta entonces solo tenía la guarda de una pequeña de seis años recibía la mejor de las noticias: la sentencia de adopción definitiva. La niña tendrá ahora su ansiado DNI con su nueva identidad.

Mazuqui expresó que poder llevar tan grato mensaje lo llenaba de felicidad. En realidad, había compartido numerosas audiencias y contactos con la pequeña, generalmente online, entablando una linda relación. Ya en la última, se habían reunido personalmente y habían estado dibujando juntos. Las imágenes del original cartero encontrándose con la pequeña se viralizaron y alcanzaron más de 15.000 reproducciones en TikTok.

No era la primera vez que el juez de 48 años desplegaba su creatividad a la hora de dar buenas noticias a los niños que aguardan sentencias de adopción plena. El año pasado, por ejemplo, a pesar de ser hincha de River, decoró profusamente todo su despacho con los colores azul y oro para sorprender a un niño hincha xeneize que se acercó a recibir también su buena noticia. En otra ocasión, armó cual superproducción un cuento en el que Mickey Mouse tocó la puerta de una casa de familia para contarle a una niña de siete años sobre su adopción.

Hay muchas formas de comunicar un fallo. Este juez comprendió el valor de humanizar un trámite cuando el destinatario es un niño. Celebramos que sepa cómo superar con carisma la fría letra de un papel. Sin dudas, cada uno de sus amorosos gestos quedará por siempre en la memoria de niños felices que hallaron finalmente el amor de un hogar.