Cumbre iberoamericana: sorpresa por la ausencia de destacados presidentes

Con una bonita y musical ceremonia quedó inaugurada una nueva edición, y ya van 21, de la Cumbre iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. Asunción, la capital de Paraguay, es por estas horas de cónclave, una de las ciudades más seguras de América Latina por la elevada presencia de policías y militares en las calles para garantizar el orden. Pero nada de todo esto puede disimular algo evidente, que es también destacado por toda la prensa: la extraña ausencia de la mitad de los mandatarios iberoamericanos, en un "faltazo" que no ha sentado nada bien al país anfitrión.

Especialmente llamativa es la ausencia a esta cita anual de los líderes de países vecinos del Paraguay, como es el caso de la Argentina, Brasil y Uruguay, socios también todos ellos en el bloque del Mercosur. Entre los motivos esgrimidos están el cansancio por asistir a muchos eventos internacionales -el caso de los presidentes de Uruguay y Brasil- o bien motivos personales, como es el caso de la presidenta de la Argentina, Cristina Fernández -quien recuerda estos días el fallecimiento de su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner-. La lista de ausencias la completan Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Venezuela.

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, cuestionó, antes de aterrizar en Asunción, la continuidad de reuniones como ésta en América Latina y advirtió que para avanzar en la integración regional debe haber voluntad política verdadera para acelerar el libre comercio entre las naciones. "Asistimos a una sucesión de cumbres, tantas, que parece una cordillera. Cumbre de Unasur, cumbre de Mercosur, cumbre Iberoamericana, cumbre de la OEA; tenemos muchas instituciones pero falta la verdadera voluntad de integración de nuestro continente", dijo el mandatario chileno.

La delicada situación financiera internacional mundial ha estado presente en el discurso inaugural del presidente del Paraguay, Fernando Lugo, quien recordó a los líderes iberoamericanos que "este año nos enfrentamos a una crisis de mayores dimensiones, en la que los países más desarrollados son los que han generado la situación que vivimos, y que antes de ver una posible solución, parece que cada día se agrava más".

La Cumbre iberoamericana, cuyo lema este año es recuperar el rol del Estado del dominio de las leyes del mercado, continua hoy con la reunión en plenario de los jefes de estado y de gobierno para rubricar los distintos acuerdos trabajados durante el último año.