El desafío de Lollapalooza en su vuelta en Chicago: recuperar el entusiasmo sin disparar el riesgo por la pandemia

CHICAGO.- El festival de música Lollapalooza empezó este jueves en Chicago, atrayendo a decenas de miles de personas al centro de la ciudad y renovando las preocupaciones sobre la propagación del coronavirus por la movilización de una multitud, en momentos en que Estados Unidos experimenta un alza de casos por la variante delta.

Se espera que el festival de cuatro días sea una de las reuniones más grandes en Estados Unidos desde que comenzó la pandemia. Alrededor de 100.000 personas asistirán cada día al evento, que se llevará a cabo en el Grant Park de Chicago y contará con 170 bandas en ocho escenarios.

Los organizadores dicen que los asistentes deberán mostrar un comprobante de vacunación completa o una prueba de coronavirus negativa si no están vacunados. Los no vacunados también deben usar una mascarilla en todo el sitio.

Pero todavía existe una preocupación generalizada de que la variante delta, altamente infecciosa, pueda propagarse en grandes eventos en vivo este verano.

“Queremos que se divierta, pero tenga en cuenta todas las reglas y requisitos y continúe #ProtectChicago”, tuiteó la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot.

Los festivales de música de verano, silenciados por la pandemia el año pasado, han regresado a medida que las vacunas están ampliamente disponibles y los gobiernos locales han aliviado las restricciones de salud pública. Pero la variante delta, responsable de los aumentos repentinos de infecciones en los 50 estados del país, ha suscitado temores de que las reuniones se conviertan en eventos de superpropagación.

Incluso los sitios al aire libre bien ventilados presentan riesgos, según los expertos en enfermedades infecciosas. Es probable que los asistentes al festival tengan dificultades para mantener la distancia física necesaria cuando la multitud está abarrotada y todos bailan, cantan, sudan y beben.

También existe el riesgo de una mayor transmisión en puntos como las entradas, los baños y en el espacio más cercano al escenario donde las multitudes tienden a apretujarse, dicen los expertos.

La doctora Emily Landon, epidemióloga de la Universidad de Chicago, dijo el lunes que considera que el festival no debería de realizarse, ya que podría ser una amenaza a la salud pública.

“Parece que la única opción en estos momentos sería cancelar el festival y eso no va a pasar porque representaría una gran pérdida económica”, dijo Landon.

Exigencias y recomendaciones

Para ayudar a controlar la propagación de la variante delta, algunos empleadores han comenzado a exigir vacunas en sus empresas y negocios. En Nueva York, el magnate de los restaurantes Danny Meyer anunció el jueves que sus locales requerirían las vacunas para todo el personal y exigirían que los comensales mostraran pruebas de haber sido vacunados.

Las medidas para el uso barbijos también están regresando en todo el país luego de la llamada de esta semana de los funcionarios federales de salud para que las personas reanuden la utilización en lugares cerrados en puntos calientes de virus.

El miércoles, el Departamento de Defensa dijo que exigía que todos, independientemente del estado de vacunación, usen tapabocas en el interior de las instalaciones militares en áreas donde la transmisión es alta. Las reglas cubren a todos los miembros del servicio, empleados federales, empleados de contratistas en el lugar y visitantes, dijeron los funcionarios en un memorando. La decisión reflejó una nueva guía emitida por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

En Florida, Walt Disney World Resort anunció el miércoles que ahora exige que todos usen barbijos en interiores, revirtiendo la decisión de junio de no obligarlos a estar vacunados. Las reglas entran en vigencia a partir del viernes para todos los mayores de 2 años.

The Washington Post