“El fenómeno Trump va a permanecer después de esta elección”

Considerado por el diario The New York Times como uno de los 14 líderes demócratas del futuro, Pete Buttigieg, de 34 años, es el actual alcalde de la ciudad de South Bend, en Indiana. Cuando asumió en 2012, tenía apenas 29 años, lo que lo convirtió en el alcalde más joven de los Estados Unidos. Un año después, el Washington Post lo llamó "el alcalde más interesante jamás oído”.

Durante su reciente visita al país, invitado por el Centro de Investigación y Acción Social (CIAS), el joven demócrata charló con LA NACION y analizó la campaña presidencial cuando faltan pocos días para las elecciones del 8 de noviembre.

- ¿Cuál es su análisis de la campaña presidencial?

- Hay mucho en juego en esta elección, particularmente en lo económico. Creo que la economía podría ser muy perjudicada en caso de que Donald Trump gane la elección. Pero también hay otras cuestiones. Estamos lidiando para lograr mantener unida una comunidad diversa. El tono y el estilo de la campaña han desafiado nuestra unidad y hace que sea más difícil mantenernos unidos. Necesitamos trabajar muy duro para que el sentido de solidaridad y los valores que compartimos como americanos puedan imponerse sobre el divisionismo impuesto en esta campaña.

- ¿Cuáles son los principales desafíos que deberá enfrentar el próximo presidente?

-Hay un gran desafío que nos acompañó durante más de una generación, y es que la recuperación económica no ha sido para toda la sociedad. Esa deuda estuvo acompañada por crecientes niveles de desigualdad que el próximo presidente deberá atender. Creo que nuestro fracaso en resolver esa cuestión como país condujo en muchos sentidos a la consolidación del fenómeno Trump.

En términos de política exterior, creo que estamos viviendo tiempos de inestabilidad con grandes desafíos, y será importante demostrar que nuestro país es resiliente en la lucha contra el terrorismo, sin perder de vista las dinámicas más amplias. Me refiero a la dimensión económica y militar sobre lo que está sucediendo en Asia, una región que demandó mucha atención por parte del presidente Barack Obama, y seguramente de los que vendrán.

Es muy probable que el fenómeno que hoy es expresado por Trump vaya a permanecer después de la elección. Creo que si Trump pierde la elección, probablemente va a cuestionar su legitimidad.

- Va a ser necesario entonces para Hillary ganar por amplio margen…

- Estuve la semana pasada con Hillary y ella hizo el mismo cálculo. Dijo: "En orden de tener un buen resultado, no basta solo con ganar". Es importante para los estadounidenses que se vea un rechazo convincente a Trump y a sus políticas. El objetivo de Clinton no es sólo ganar, sino hacerlo por el mayor margen posible para que no haya cuestionamientos y que represente en cierto modo una declaración de rechazo masivo al estilo de hacer política de Trump. Pero creo que, más allá del resultado, lo que Trump representa no va a desaparecer rápido.

- En caso que gane Hillary, ¿qué rol van a jugar los votantes de Trump?

- Lo interesante de sus votantes es que no están comprometidos con una ideología, Trump no es una figura muy ideológica. Entonces, lo que va a ser más importante es hablar sobre las preocupaciones de aquellos que quedaron rezagados en lo económico. Sus votantes también están disponibles para los demócratas. Es simplemente una cuestión de quién habla más sobre sus necesidades. No son personas que necesariamente se piensen a sí mismos como republicanos. Entre los votantes de Trump la mayoría no son fieles a ningún partido político, y en muchos casos, hasta existe una inclinación a no votar en absoluto.

- ¿Cuáles son los factores que explican la consolidación del fenómeno Trump?

- Hay un rasgo del estilo político americano que valoriza a los outsiders. Obama lo era en cierto sentido, y Trump ha creado la impresión de ser un outsider. Es un multimillonario y toda su vida tuvo grandes conexiones económicas y políticas al más alto nivel. Sin embargo, desde la perspectiva del establishment, Trump no es un outsider. En ese sentido, cuanto más extravagante y escandaloso es, más convincente se vuelve su plan. Entiendo porqué mucha gente afuera tiene problemas en creer y entender que Trump tiene semejante apoyo, conozco incluso mucha gente en EE.UU. a la que le cuesta creer que los votantes de Trump son reales. Nuevamente, creo que mucha gente piensa que la recuperación económica de las últimas décadas no los ha beneficiado. Ni siquiera sienten que tengan acceso al "sueño americano". Tienes que haber sido expulsado del sistema para entender a alguien como Trump. No importa tanto lo que promete o dice, es su estilo lo que captura la frustración y el resentimiento de muchos votantes que, una generación atrás, sentían que estaban viviendo bajo la cálida bendición de la promesa americana, y ahora se preguntan dónde quedó esa promesa.

- Entonces, ¿no cree que Trump sea un outsider?

- Creo que su imagen de outsider es falsa por la simple razón de que es alguien que nació siendo millonario y se convirtió en multimillonario. Incluso se codeaba socialmente con los Clinton antes de volverse su enemigo político. Trump no es un extraño para el poder.

- Pero su experiencia en la administración pública es nula...

- Y ciertamente no calificada (risas). Quizás ésa sea la ironía. Es un insider en términos de pertenecer a la élite, pero está bañado de una emoción anti intelectual que se vuelve una virtud en términos de su temperamento caprichoso y su escasa experiencia para un trabajo como la presidencia de los EE.UU.

- ¿Por qué fue tan difícil para Hillary obtener la nominación?

- Algunas veces, creo que los votantes responden mejor a lo que no conocen en absoluto. Los votantes jóvenes quizás sientan cierta fatiga de ver a las mismas personas todo el tiempo. Ella es alguien que cuando tiene un trabajo es muy efectiva. Si hablas con cualquiera que haya trabajado con ella en el Senado o en el Departamento de Estado, te va a decir que, una vez que ella tiene el trabajo, lo ejerce de manera admirable, trabaja duramente y obtiene resultados. Hay diferencias entre esas virtudes y las virtudes de un candidato, que tiene mucho más que ver con la habilidad de inspirar y de movilizar a la gente. Creo que los votantes de Hillary tuvieron dificultades para entusiasmarse con alguien que no ha sido tan vistosa durante la campaña. Quizás ella no ofrece las aptitudes necesarias para ser un líder muy carismático, como lo hicieron otros candidatos, pero creo que una vez que le das la oportunidad de desempeñar el trabajo, ella se va a ganar el respeto haciendo bien su trabajo. Seguramente de una forma menos vistosa de la que lo hizo Obama.

- ¿En qué medida el caso de su correo privado afectó a su campaña?

- No hay dudas que cometió un error, pero creo que la gente que piensa que eso es decisivo son sus oponentes. No formaron su opinión sobre ella por lo que pasó allí, formaron su opinión de lo que pasó por lo que ya pensaban de ella. No creo que haya muchas mentes y corazones que vayan a cambiar lo que piensan por cómo evolucione esta historia de los emails. Además si no existiría esa historia, habría otra cosa. Siempre va a haber algo si lo que buscas es derribar a alguien. Lo curioso es que del otro lado tienes un candidato que le pidió a otro país (Rusia) que infiltre nuestro sistema de emails, que ha acosado a mujeres, que insultó a la familia de un soldado caído, y nada de esto es parece ser suficiente por sus votantes para cambiar su voto.

- ¿Cree que EE.UU. necesita nuevos líderes?

- Creo que hay muchos líderes políticos emergentes, hay jóvenes muy prometedores en ambos partidos esperando por su turno en el banco de suplentes. Obama es un presidente joven que emergió y alcanzó la presidencia en poco tiempo. Hay una teoría que dice que los americanos tienden a querer a un presidente contrario al anterior. Ciertamente el temperamento y la ideología de Obama se oponían bastante al perfil de George Bush (h). Y ahora, se puede decir que, sea Hillary o Trump, ambos pueden ser vistos como lo opuesto de Obama. Sobre todo Trump, definitivamente.