Estado Islámico se atribuyó el ataque de Niza

NIZA.- Estado Islámico (EI) afirmó ayer que el atacante que embistió con su camión a una multitud en la ciudad francesa de Niza era un "soldado" del grupo jihadista, asumiendo así la autoría de la matanza del jueves pasado que causó 84 muertos y 202 heridos.

El asesino, Mohammed Lahouaiej Bouhlel, un tunecino de 31 años, "es un soldado de EI", afirmó Amaq, una agencia vinculada a la milicia jihadista. Es la primera vez que es reivindicada la masacre del jueves, un ataque que por su magnitud, el perfil del autor y su modus operandi sitúa a Francia frente a un "nuevo tipo" de atentado.

El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, señaló ayer que el atacante "se radicalizó rápidamente". En una conversación con periodistas, dijo que el caso ilustra "la extremada complejidad de la lucha antiterrorista".

"Nos enfrentamos a individuos sensibles al mensaje de EI que llevan a cabo acciones extremadamente violentas sin necesariamente haber combatido o haber sido entrenados", añadió el ministro, luego de reiterar que el atacante, abatido a tiros por la policía, no había dado ningún signo que indicara su acercamiento a grupos jihadistas.

Pero los motivos que llevaron a cometer la matanza a este tunecino de 31 años, padre de tres hijos y que trabajaba como repartidor, aún son parte del centro de la investigación.

Cazeneuve, que participó en un Consejo de Ministros sobre seguridad en el Palacio del Elíseo, afirmó que el atentado de Niza abre una nueva perspectiva en la lucha contra el terrorismo, ya que es más difícil discernir a los potenciales terroristas.

El autor de la masacre no necesitó apilar un arsenal de armas o explosivos. Su arma fue algo tan simple como un camión frigorífico alquilado, con el que burló la vigilancia policial que rodeaba el Paseo de los Ingleses, cortado al tránsito esa noche para que miles de personas presenciaran frente a la playa los tradicionales fuegos artificiales de la fiesta nacional francesa. Pero Boulhel había premeditado su acto, al alquilar el camión tres días antes.

El ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian, reconoció en la acción de Boulhel "la inspiración que insufla" EI a "mentes debilitadas" por los constantes mensajes que lanza para atacar a franceses, principalmente, y a estadounidenses, a través de cualquier medio.

Francia encontró en la reivindicación del atentado por parte de EI y en los testimonios de su rápida radicalización el respaldo a su tesis de que el atentado de Niza estaba inspirado por el jihadismo. Es una hipótesis que había sido puesta en duda por los numerosos testimonios que situaban a Boulhel lejos de todo influjo religioso.

Material

Los investigadores franceses continúan analizando el material incautado en el camión y en los domicilios de Boulhel, en el que vivía solo y que compartió con la madre de sus tres hijos hasta hace año y medio. Cinco personas, entre ellas su ex pareja, aún son interrogadas en busca de nuevos elementos.

Bouhlel nació en Túnez, pero se trasladó a Francia hace años y vivía legalmente en el país, trabajando como repartidor. Con el tiempo se casó y se fue a vivir a un complejo de departamentos en las afueras de Niza.

El asesino tenía un historial de amenazas, violencia y robos cometidos entre 2010 y este año, pero "nunca había sido fichado ni dio el más mínimo indicio de radicalización". Casado y padre de tres hijos, se encontraba en proceso de divorcio.

Bouhlel había tenido una serie de roces con la ley en Francia por comportamiento amenazante, violencia y robo en los últimos seis años.

Cuatro hombres del entorno del asesino, abatido a tiros por la policía durante el ataque, fueron detenidos ayer. Su ex mujer sigue bajo arresto desde anteayer.

Descripto como un personaje introvertido, mujeriego y casi adicto al sexo, que no acudía a la mezquita ni respetaba los preceptos del islam, Boulhel entró en contacto con círculos radicales que lo habrían captado de forma rápida, explicó a los investigadores uno de los cinco arrestados por la policía tras el atentado.

Agencias AFP, AP y EFE