Greta Thunberg sorprendió a sus seguidores al bailar y cantar un clásico de los años ‘80 en un evento contra el cambio climático

Distendida y fuera de libreto, Greta Thunberg, de 18 años, se animó a cantar y bailar frente a miles de personas, durante el el evento Climate Live Estocolmo, un recital gratuito en el que participaron esta semana más de una veintena de artistas y que sirvió como una protesta masiva contra el cambio climático.

Vestida con un pantalón de jogging blanco; una polera a rayas negras, blancas y grises, y un buzo campera gris, bajo la fuerte ovación del público, la activista sueca se movió al ritmo de Never gonna give you up -el clásico del británico Rick Astley- e, incluso, tomó el micrófono para entonar algunas estrofas de la canción mientras bailaba.

Los videos que se volvieron virales muestran a la joven de 18 años sonriente y muy entretenida, algo que sorprendió a sus seguidores, quienes acostumbran a verla en un registro de mayor seriedad, exacerbado por el síndrome de Asperger, que le fue diagnosticado y que puede derivar en dificultades en la sociabilidad y la expresión corporal.

Sin embargo, los escenarios y la música no son ajenos a la familia de la activista climática. Malena Ernman, su madre, es una cantante de ópera muy reconocida en Europa; representó a Suecia en el Festival de la Canción de Eurovisión -un concurso televisivo en el que compiten países de la Unión Europea-, en 2009.

El padre y el abuelo de Greta Thunberg, por su parte, han sido actores. Svante Thunberg ejerció como productor y representante de su mujer y actuó en los Ricks, la compañía nacional de teatro sueca. También apareció en una serie televisiva de éxito en su país, Skärgårdsdoktorn.

“No somos extraños al amor”, dijo la joven sueca a los presentes, y luego comenzó a cantar y bailar, acompañada por el solista Andreas Magnusson, uno de los presentadores del evento. De inmediato, las redes sociales se llenaron de grabaciones desde distintos ángulos.

Según explicó Thunberg al medio sueco Aftonbladet, la canción que bailó es parte de una “broma interna” del grupo Fridays For Future (Viernes por el Futuro), el movimiento estudiantil que se manifiesta el último día hábil de cada semana para reclamar acciones gubernamentales contra el calentamiento global y el cambio climático.

“Queríamos dar una sorpresa divertida a otros activistas porque sabemos que han trabajado muy duro con este concierto. Después de todo, somos adolescentes bromeando entre nosotros, no solo niños enojados como los medios a menudo nos retratan”, explicó la joven sueca.