Jorge Mejía, un histórico y respetado cardenal en el Vaticano
El religioso argentino de 91 años sufrió un infarto el año pasado y desde entonces guarda reposo
Jorge María Mejía, de 91 años, es uno de los argentinos con más antigüedad en la Santa Sede y allí reposa ahora, después del infarto que sufrió el 15 de marzo del año pasado, dos días después de que Jorge Bergoglio fuera electo jefe máximo de la Iglesia católica.
Mejía fue ordenado sacerdote el 22 de septiembre de 1945 y tuvo una extensa carrera docente y académica. En 1966 fue designado director de la Comisión de Ecumenismo del arzobispado de Buenos Aires y, al año siguiente, se convirtió en secretario del Departamento de Ecumenismo del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
Durante el Concilio Vaticano II se desempeñó como perito y en 1977 el papa Pablo VI lo designó secretario de la Comisión Pontificia para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo.
El papa Juan Pablo II , de quien fue compañero de estudio, lo distinguió en 1979 con el título de Capellán de Su Santidad y fue también bajo ese pontificado que Mejía fue promovido a arzobispo, el 4 de marzo de 1994, y finalmente creado cardenal el 21 de febrero de 2001.
En 1998 comenzó su carrera como archivero y bibliotecario en la Santa Sede, un puesto que mantuvo hasta jubilarse, en 2003, cuando tenía 80 años.
Como bibliotecario y archivero emérito, se mantuvo como una de las voces argentinas dentro de la Santa Sede. "Si él dice que sus fuerzas no le alcanzan por las tremendas exigencias del pontificado, está muy bien, hizo muy bien en renunciar. Admiro su humildad, reconocer eso y su valor, su coraje de presentar esto al mundo", opinó en una entrevista con LA NACION sobre la renuncia de Benedicto XVI , poco después de la inesperada noticia.
Sin animarse a aventurar sobre las posibilidades de los dos cardenales argentinos que tenían chances de ser electos como jefes de la Iglesia, simplemente opinó en su momento que tanto Leonardo Sandri como Jorge Bergoglio "valen mucho".
Un mes después de esa entrevista, Bergoglio se convirtió en Francisco, mientras la frágil salud de Mejía se debilitaba. Sufrió un infarto dos días después de esa elección.
El papa Francisco lo visitó dos días después en el hospital Pío XII, donde estaba internado en terapia intensiva. Desde entonces, el cardenal "está gravemente enfermo", según dijo hoy el vocero vaticano, padre Federico Lombardi, en una conferencia de prensa en la que se refirió a la detención de dos personas que llevaban cuatro kilos de cocaína en un auto a nombre de Mejía.
"El cardenal, que está enfermo, es totalmente ajeno", aseguró hoy Lombardi al respecto.