Nuevos datos sobre las víctimas argentinas
Las víctimas argentinas de la tragedia aérea en Cuba , cuyos nombres se confirmaron como Dora Beatriz Cifuentes y Oscar Hugo Almaras, estaban, según se reveló ayer, disfrutando como pareja de un viaje de descanso en el Caribe, que habían planeado tras haberse retirado de sus respectivas carreras. Ambos eran de Mar del Plata.
Almaras había sido empleado bancario en el Citibank, donde trabajó como tesorero de una de sus sucursales marplatenses. Según rememoraron amigos y vecinos, era un apasionado hincha de Estudiantes de La Plata y disfrutaba conociendo nuevos destinos turísticos.
Su compañera de ruta había sido enfermera en el área de nursery de la Clínica 25 de Mayo, de Mar del Plata, donde también trabajaba su hijo en tareas administrativas.
Una colega que compartió con ella buena parte de su trayectoria profesional dijo que disfrutó trabajar con Cifuentes, sobre todo en las muchas guardias de Navidad y Año Nuevo que pasaron juntas.
"Era una gran profesional, a mí me enseño el abecé del trabajo en neonatología", recordó la mujer a LA NACION.
La mayoría de los pasajeros del vuelo accidentado eran cubanos, salvo los nueve miembros de la tripulación, de nacionalidad mexicana, y cinco pasajeros, entre ellos los dos argentinos. Cancillería había anticipado el mismo día del accidente la identidad de los argentinos y sus respectivas edades, Almaras de 67, y Cifuentes de 63, aunque en ese momento no se supo mucho más. Solo que eran de la ciudad balnearia.
"Estamos conmocionados. Son vecinos de cuando vinimos a vivir al edificio. Fueron el primer contacto que tuvimos. Hace un par de días se fueron de vacaciones. No salimos de nuestro asombro. Tenían un hijo que no vivía con ellos", señaló a la prensa Carlos Suárez, vecino de la pareja en Mar del Plata.
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