Tensión en Argelia: el ejército no logra liberar la planta
Un grupo de extremistas se atrincheró y hay 30 rehenes, muchos de ellos occidentales, de los que no se sabe nada
lanacionarARGEL.- La crisis de los rehenes del desierto cobró ayer una dimensión mayor que la pensada al revelarse que siguen retenidos 30 de los cientos de trabajadores que fueron secuestrados el miércoles en la toma de la planta de gas de In Amenas , en el este de Argelia, por un grupo ligado a Al-Qaeda, que dejó de 12 a 35 rehenes muertos.
Los militantes extremistas advirtieron que la toma de una de las mayores plantas de gas de Argelia es una represalia por la ofensiva francesa en Mali , país asediado también por combatientes fundamentalistas.
Ayer, a medida que la información salía con cuentagotas desde esa inhóspita región del país, y en un clima de máxima tensión y escasos datos fiables, se supo que fueron unas 650 personas, entre ellas un centenar de extranjeros, las que lograron escapar durante un operativo lanzado anteanoche por el ejército argelino .
El jefe del comando terrorista, Abu Dujana, afirmó ayer que todavía tenía cautivos a siete trabajadores occidentales. Otras fuentes daban cuenta de que había unos 20 extranjeros secuestrados o desaparecidos. Según el ministro de Información argelino, Mohammed Said, el total de rehenes -entre locales y extranjeros- en poder de los combatientes islámicos sería 30.
La brigada a cargo de Dujana responde a la agrupación radical "Los que firman con sangre" -liderada por Mokhtar Belmokhtar- una escisión de Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).
Según sus declaraciones, los secuestradores entraron a Argelia el mismo día del asalto desde Níger. Precisó además que el grupo secuestró a varios rehenes en la planta de gas y a otros en la cercana ciudad residencial, unidas por una ruta.
Unos 35 rehenes y 16 terroristas murieron tras el bombardeo con helicópteros que el ejército argelino lanzó anteayer, según Dujana, cuando los asaltantes intentaban trasladar a parte de los rehenes de la zona residencial a la planta. Para la agencia argelina APS, los islamistas muertos fueron 18.
Durante los combates, el ejército argelino logró capturar a uno de los brigadistas, que después de un "duro interrogatorio" -según palabras del diario local Al-Watan- declaró que la brigada jihadista estaba integrada por 32 combatientes.
Al-Watan señaló además que los militares utilizaron siete helicópteros, que sobrevolaron la zona en busca de empleados de la planta que se habían escondido de los islamistas. Apenas se sabían detalles sobre la nacionalidad de los extranjeros.
Al respecto, el líder de "Los que firman con sangre", Mokhtar Belmokhtar, propuso dejar en libertad a rehenes estadounidenses a cambio de la liberación de dos islamistas presos en los Estados Unidos.
A pesar de las bajas en sus filas, Belmokhtar se animó a formular esta nueva exigencia, que se agregó al reclamo inicial de detener la ofensiva militar encabezada por Francia sobre el norte de Mali, controlado por camaradas islamistas.
"Estados Unidos no negocia con terroristas", fue la seca respuesta de la vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland, en referencia al intercambio. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, consideró por su parte "absolutamente esencial" que la comunidad internacional "amplíe y profundice la operación antiterrorista que se desarrolla junto con Argelia con todos los esfuerzos antiterroristas posibles".
Fuentes de seguridad argelinas sostuvieron que la intención original de la brigada jihadista era tomar rehenes y trasladarlos a Mali para "ejercer una presión insostenible" con la que, según sus planes, obligar a detener la intervención francesa.
Ese objetivo se vio frustrado por la rápida reacción del gobierno argelino, que lanzó al ejército contra los extremistas con la misma ferocidad con los que los combatió durante dos décadas de conflicto interno.
Sabían que el enemigo no sería fácil de doblegar: entre el armamento con el que contaban los jihadistas había misiles y lanzacohetes. Pero luego de ese primer ataque del ejército con helicópteros, las autoridades anunciaron que buscaban negociar con los terroristas para lograr una "solución pacífica" antes de volver a intervenir.
Los rehenes liberados relataron el pandemónium que se desató cuando, luego de la captura de la planta, todos los secuestrados "lloraban y gritaban" por los disparos y la violencia generalizada. A la mañana siguiente, cuando llegaron al rescate los helicópteros artillados del ejército, se oyeron "explosiones, disparos, bombardeos y gritos".
La "pesadilla", según los testigos
Los rehenes que escaparon dieron detalles del ataque
- "Fue una situación horrible. Una pesadilla. Todos lloraban y gritaban. Aún tengo miedo"
Belhadj
Argelino - "Me escondí durante casi 40 horas en mi habitación, debajo de mi cama. Tenía un poco de agua y comida, pero no sabía cuánto tiempo iba a durar"
Alexandre Berceaux
Francés - "(Los terroristas) estaban muy bien armados. Tenían entre 30 y 35 años. Buscaban a los extranjeros"
(Anónimo)
Ingeniero argelino - "Los terroristas vestían ropa afgana. Cuando vieron que el ejército tomaba posiciones, separaron a los extranjeros de los argelinos"
(Anónimo)
Trabajador argelino
Agencias EFE, DPA, AFP y Reuters
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