Un arrepentido confirma que Dilma financió con dinero sucio sus campañas

SAN PABLO.- Mientras la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, destina todos sus esfuerzos a evitar un impeachment que ponga fin a su carrera, las declaraciones de un arrepentido en el marco de la operación que investiga el esquema de corrupción en Petrobras la ponen, por un camino paralelo, más cerca del abismo político.

El diario brasileño Folha de S. Paulo accedió a la información que consta en las declaraciones ante la justicia de Otávio Marques de Azevedo, ex presidente de la constructora Andrade Gutierrez, y de otros 11 ejecutivos de la compañía, que fueron realizadas en febrero pasado y están bajo secreto de sumario.

En un acuerdo de delación premiada con la justicia, Azevedo dijo que las donaciones que hizo para las campañas electorales de 2010 y 2014 de Dilma contenían dinero sucio proveniente del esquema de corrupción de la petrolera estatal.

La revelación podría darle nueva fuerza al proceso que las autoridades electorales le iniciaron a Dilma por financiamiento ilegal de campaña. De ser encontrada culpable, se revocará su mandato y se convocarán a nuevas elecciones.

El ex presidente de Andrade Gutierrez, procesado en la causa que investiga el petrolão, se encuentra cumpliendo un régimen de prisión domiciliaria y está negociando un acuerdo de colaboración a cambio de una reducción de su pena, que todavía espera la aprobación de la Corte Suprema.

De acuerdo con el testimonio del ex directivo, en 2014, año de la reelección de Dilma, la empresa donó oficialmente 20 millones de reales (5,5 millones de dólares) y la mitad de ese monto correspondería a sobornos abonados para ganar contratos y realizar obras en la estación de energía nuclear Angra 3, en el Complejo Petroquímico de Río, en estadios del Mundial 2014 y en la represa hidroeléctrica Belo Monte.

En la declaración de Azevedo también consta que otros 10 millones de reales (2,75 millones de dólares) fueron donados al Partido de los Trabajadores (PT) para la campaña presidencial de 2010 y para los comicios municipales de 2012.

Ésta es la primera vez que un empresario detalla el esquema revelado por la operación Lava Jato de financiamiento de partidos por medio de sobornos en contratos públicos que luego vuelven de forma legal como donaciones electorales.De acuerdo con estos testimonios, el PT no fue el único que recibió dinero de Andrade Gutierrez. En 2014, la empresa donó 6,6 millones de dólares al PSDB, de los cuales 5,6 millones de dólares fueron a parar a la campaña del senador opositor Aécio Neves, candidato a la presidencia que fue derrotado por Dilma. El PMDB, partido del vicepresidente Michel Temer, también recibió 3,1 millones de dólares.

Dilma, que ayer llamó a un "gran pacto" nacional, no tardó en reaccionar a las nuevas revelaciones que la ponen otra vez en el ojo del huracán. En un evento en el Planalto dijo que la declaración de Azevedo es una "filtración premeditada y dirigida" con el objetivo de "crear un ambiente propicio para un golpe", cuando faltan pocos días para la votación del juicio político en su contra en la Cámara de Diputados.

"Dentro de la trama golpista, me gustaría destacar el uso de filtraciones selectivas. Nuestra Constitución garantiza la privacidad y prohíbe las filtraciones, que hoy son premeditadas y dirigidas, con el objetivo claro de crear un ambiente propicio para un golpe", indicó la presidenta.

Si la información de Azevedo es comprobada, podría impulsar el pedido del PSDB de anular la reelección de la fórmula Rousseff-Temer, que se encuentra siendo analizado por el Tribunal Superior Electoral.

El partido liderado por Aécio alega que en la campaña de reelección de 2014 se usó dinero proveniente de desvíos de la petrolera estatal. De esta manera, tanto Dilma como Temer se habrían beneficiado del dinero sucio de la corrupción.

En el caso de que la fórmula presidencial fuera anulada, quien asumiría la presidencia es el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha (PMDB), que deberá convocar a elecciones en 90 días.

Cunha, archienemigo de Dilma, fue el principal impulsor del pedido de juicio político, también está siendo investigado y hasta podría ser separado de su cargo. La Comisión de Ética de la Cámara de Diputados analiza desde el año pasado la acusación de que Cunha mintió acerca de poseer cuentas bancarias en el exterior.

En el marco de esta investigación, el presidente de la Cámara baja también se vio complicado ayer con la declaración de un empresario que dijo que Cunha recibió 5,1 millones de dólares por medio de contratos ficticios.

Leonardo Meirelles, dueño de una casa de cambio y ex socio del operador Alberto Youssef, uno de los primeros arrepentidos del Lava Jato, declaró ante la Comisión de Ética y dijo tener comprobantes bancarios de los depósitos que recibió en una empresa suya en el exterior de dinero procedente de los desvíos de Petrobras. Meirelles, que coopera con el grupo de investigación del Lava Jato, dijo que esos recursos fueron depositados en el exterior y que él los llevó a Brasil y los convirtió en reales. En un almuerzo, durante una charla informal, Youssef le confesó que el dinero era de Cunha.

Los casos que cercan a la presidenta

El dinero es el denominador común en todos ellos

Financiamiento de campaña

El Tribunal Superior Electoral (TSE) decidió abrir una acción de impugnación del mandato de la presidenta, Dilma Rousseff, que puede afectar también al vicepresidente, Michel Temer (PMDB). Se investiga el financiamiento de la campaña electoral y su vinculación con la corrupción en Petrobras

Manipulación de balances

Para disimular el agujero fiscal de 2014, el gobierno de Rousseff habría retrasado las transferencias de fondos del Estado para planes sociales a bancos oficiales a fin de mejorar el balance de las cuentas públicas. El balance fue rechazado por el tribunal de cuentas y la oposición activó el juicio político

Lava Jato

La trama de corrupción por la cual empresas constructoras pagaban sobornos a dirigentes oficialistas a través de la petrolera estatal Petrobras aún no involucró de manera directa a la presidenta, aunque sí a importantes empresarios y altos dirigentes del oficialista Partido de los Trabajadores