Estrenos de cine: La leyenda del rey cangrejo, un western existencial en la Patagonia

La leyenda del rey cangrejo (Re Granchio, Argentina-Italia-Francia/2021) Dirección: Alessio Rigo de Righi y Matteo Zoppis. Guion: Alessio Rigo de Righi y Matteo Zoppis con la colaboración de Alejandro Fadel. Fotografía: Simone D’Arcangelo. Edición: Andrés Pepe Estrada. Sonido: Catriel Vildosola. Música: Vittorio Giampietro. Elenco: Gabrielle Silli, María Alexandra Lungu, Mariano Arce, Claudio Castori, Domenico Chiozzi, Dario Levy, Jorge Prado, Daniel Tur. Distribuidora: CineTren. Duración: 102 minutos. Nuestra opinión: muy buena.

Unos ancianos beben en un bar y evocan la leyenda de Luciano, un joven ebrio y errante, hijo del médico local, que incomoda tanto por su presencia como por su ideario republicano al príncipe local, pero también por pretender a la misma mujer, ante la negativa y posterior delación del padre. Luciano, al mantener el riesgo de sus intenciones, deberá emprender el camino del destierro. Y así llega a la Patagonia, convertido en sacerdote salesiano, pero integrado a una pandilla que busca otra leyenda, la del oro que se encuentra en algún lugar de la región.

A tono con las dos anteriores experiencias del dúo realizador, que tomaron leyendas populares y narraciones orales como base para la construcción de sus historias, La leyenda del rey cangrejo cierra la trilogía sobre la construcción del arquetipo tanto como representación simbólica como punto de partida de una tradición textual que convierte al relato oral devenido en escritura en un poderoso ejercicio fílmico, que amplía su poder tanto por sus metáforas visuales como por las referencias que entrecruzan este trabajo cinematográfico.

Planteada en dos partes, la segunda funcionaría como un western existencial y en la primera, donde explora su mirada al hombre de la tierra, no pueden substraerse las referencias al cine de Pasolini o de Olmi, en particular con su adaptación de La leyenda del santo bebedor, con la violencia y el exilio hacia una tierra lejana, pero cambiando la vida bajo los puentes por el árido y desolado paisaje patagónico.