La sección más audaz, radical y experimental

Con 26 títulos (19 largos y 7 cortometrajes), Vanguardia y Género es la competencia más amplia del Bafici. Y la más arriesgada. No sólo conviven films de muy distinta duración (hay uno de tres minutos y otro de 183), sino también diversas propuestas artísticas, aunque el punto de encuentro podría ser la apuesta por la radicalidad, la audacia y la experimentación. El propio título de la sección es un spoiler y una declaración de principios. A continuación, algunas recomendaciones de a pares:

• Dos portugueses: O ornitólogo, de João Pedro Rodrigues, + Correspondências, de Rita Azevedo Gomes. Dos cineastas favoritos del Bafici regresan con notables films. El director de Morir como un hombre, con una delirante mezcla entre el western, Pasolini y la religión con mirada blasfema. La directora de La venganza de una mujer reconstruye la relación entre los poetas Jorge de Sena y Sophia de Mello Breyner Andresen a partir del intercambio epistolar que mantuvieron entre 1959-1978 con un prodigioso trabajo visual.
• Dos de animación: Have a Nice Day, de Liu Jian + The Absence of Eddy Table, de Rune Spaans. La animación artesanal al servicio de una mirada demoledora de la realidad china dominada por la codicia y la violencia; y el regreso del personaje de Eddy Table con un bello y aterrador relato de tono fantástico ambientado en un tupido bosque.
• Dos argentinas:Toublanc, de Iván Fund + Adiós entusiasmo, de Vladimir Durán. El prolífico Fund rodó entre París y Santa Fe tres historias inspiradas en relatos y en la vida de Juan José Saer con no pocos hallazgos; mientras que el colombiano Durán filmó aquí una tragicomedia familiar deforme (en el mejor de los sentidos).
• Dos cortos españoles:Nuestra amiga la Luna, de Velasco Broca + La disco resplandece, de Chema García Ibarra. Broca nos transporta desde el Ganges, en la India, hasta Galicia en un viaje fantástico con estética de cine mudo, y García Ibarra narra las desventuras de dos muchachas y tres jóvenes durante una larga noche. Y, como bonus, Santoalla, documental de los estadounidenses Andrew Becker y Daniel Mehrer, pero rodado en Galicia a partir del caso real de un holandés asesinado en un pueblo en el que vivían... dos familias. Una auténtica joya.