Martín Fierro 2015: lo mejor y lo peor de la ceremonia

Lo mejor

• La consagración de Guapas. Arrasó en la entrega de premios. La tira ganó en siete categorías: ficción diaria; mejor actriz ( Carla Peterson ); mejor actor de reparto ( Alberto Ajaka ); revelación (Dan Breitman), director (Daniel Barone); autor (Calderón y Aguirre) y también Fabiana Cantilo fue reconocida por la cortina musical. Sumadas a todas estas estatuillas, la ficción de Pol-ka se alzó con el premio máximo de la velada: el Martin Fierro de Oro. Eso da un total de ocho merecidas estatuillas para la popular propuesta de Pol-ka , que prácticamente monopolizó los premios destinados a las ficciones.

• Un merecido homenaje. Uno de los grandes momentos del Martín Fierro fue la entrega del premio a la trayectoria a la actriz Hilda Bernard . Visiblemente conmovida, la artista agradeció con muchísimo sentimiento esa "caricia" que le daba Aptra. Entre risas y emoción, Hilda dijo que pretendía actuar hasta los 100 años y que para eso sólo le faltaban cinco. La actriz, que el año pasado sufrió un ACV, comentó que ese episodio le impidió continuar trabajando, pero su vitalidad y fuerza de voluntad siguen ahí y los aplausos de todos los presentes dejaron muy en claro que el público quiere volver a verla haciendo ficción. ¡Ojalá ese deseo (de la actriz y de la gente) pueda concretarse!

• La buena suerte de los conductores (es la mala suerte de Su). Hay costumbres que no cambian y hay ganadores que siguen recibiendo premios. No es responsabilidad de los galardonados, obviamente, pero cuando Mirtha Legrand sube a recibir un premio, no deja de ser... "otra vez sopa". Esto no tiene que ver ni con Mirtha ni con Marcelo Tinelli (otro ganador habitué), pero hay reconocimientos que uno quisiera ver en nuevas manos (como bien puede ser el caso de Santiago del Moro). Por ese motivo, es para aplaudir el galardón a Los 8 escalones en el rubro entretenimiento, y a Mariana Fabbiani , en conducción femenina y hay que celebrarlos porque ambos lograron lo que muchos consideraban casi una herejía: ganarle a Susana . Si bien la diva siempre será enorme es bueno ver que ciertos premios no están institucionalizados sino que se ganan a fuerza de popularidad y trabajo.

Lo peor

• Una previa tibia y una ceremonia en la que no pasó nada. Como sucede en muchos eventos, la importancia de la previa es totalmente vital para calentar la pantalla. Pero en estos Martín Fierro, la cosa no funcionó. La tan anunciada alfombra roja no tuvo ni por asomo el gancho que se esperaba. No se trató de que el trabajo estuviera mal hecho, sino que sucedió algo mucho más grave para la tele: no pasaba nada. Tan tibia resultaba la alfombra roja que hubo que lanzar rápidamente a Campi para que le pusiera algo de color al asunto. Lamentablemente, en la ceremonia central, el clima persistió. Los Martín Fierro 2015 fueron una suerte de ametralladora de premios, de trámite apresurado en el que se debía entregar cada uno de los galardones, sin perder mucho tiempo ni en charlas ni en debates. Una ceremonia fría, que no deja casi ningún recuerdo.

• La corrección política. Hace algunas ediciones, Jorge Lanata acuñó al momento de recibir su premio, el hoy famoso concepto de "la brecha". Algunos lo insultaron, otros lo aplaudieron, pero indudablemente eso dio pie a que las opiniones políticas comenzaran a hacerse más y más presentes. Pero en los #MF 2015, el agitado festival de encendidos discursos y de miradas furibundas se desvaneció. Si algo caracterizó a esta edición de los premios fue una llamativa corrección política, una idea de no discutir. Los periodistas que subieron al escenario a recibir sus premios decidieron agradecer y poner el acento en que la noche era para festejar. Y llama la atención que periodistas como Nicolás Wiñazki o Marcelo Longobardi , que no suelen tener pelos en la lengua, no hayan dicho ni pío de política. En una época en la que supuestamente se considera un triunfo el "discutir siempre de política", las estrellas y los periodistas, reflejaron algo palpable: que la gente ya se cansó del debate eterno. Eso sí, mención aparte suponen Rosario Lufrano que llamó la atención sobre la importancia en la lucha contra la trata de personas; Luciana Geuna que denunció el peligroso crecimiento del narcotráfico en Rosario, y Cristina Pérez que reclamó la importancia de un debate presidencial. Como suele suceder, fueron las mujeres las que tomaron el volante a la hora de denunciar.

• Y, una curiosidad...

No vamos a ponernos a trazar teorías conspirativas, pero hubo un premio que llamó la atención. En medio de la encendida batalla entre Sebastián Ortega contra los Martín Fierro, el 95 por ciento de los nominados de Viudas e Hijos, en señal de apoyo a Ortega, decidió no ir. Casualidad o no, de todos los nominados de Viudas..., sólo uno ganó: Juan Minujín , el único miembro de la tira que días atrás había manifestado que asistiría a la ceremonia. Y si bien su personaje de Segundo fue una de las grandes actuaciones del año pasado, uno no deja de pensar lo siguiente: ¿será quizá el premio a Minujín,una suerte de palmada por no haberle dado la espalda a los Martín Fierro?Jamás lo sabremos…