Valía la pena. El martes 18, su hija mayor, Agustina Macri (37), presentó su ópera prima en los cines del Dot y no había manera de que se lo perdiera. Probablemente, ese haya sido el motivo por el que Yvonne Bordeu, la primera mujer de Mauricio Macri (59), dejó a un lado su habitual bajo perfil y se animó a mostrarse en público como nunca antes. De hecho, fue la única vez que la madre de los tres herederos mayores del presidente (Agustina tiene dos hermanos: Gimena y Francisco) desoyó el mantra que adoptó por decisión propia desde que se divorció de Macri, veintisiete años atrás.
Atenta a su hija y a los invitados a la avant première de Soledad, el film de ficción que llevó a Agustina a narrar la historia de María Soledad Rosas –la porteña de 23 años que se convirtió en símbolo del anarquismo italiano tras su suicidio, en 1998–, Yvonne llegó al estreno acompañada por su actual marido, Carlos Sánchez (es padre de la it girl Sofía Sánchez de Betak y de sus hermanas, Lucía y Catalina) y saludó a todos los familiares y amigos que dieron su presente en la gran noche de Agustina y Vera Spinetta (26), protagonista del film, quien reunió a casi toda su familia sobre la alfombra roja.
Hija del corredor de Fórmula 1 Juan Manuel Bordeu y de Carmen Martínez Rivarola, Yvonne esperó a que Graciela Borges (77), la segunda mujer de su padre, posara para los fotógrafos para darse el mejor de los gustos: ser testigo, junto con la prestigiosa actriz, del debut de su hija como directora.
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